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El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

Cómo afrontar tiempos difíciles en el trabajo

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En momentos complicados, todo lo que parecía sólido desaparece y nos podemos encontrar ante un reto a superar: motivar a los empleados. Como gerente, jefe de equipo o líder no puedes saber a priori cuándo pasará la empresa por momentos complicados, ya sean razones internas o externas, pero sí debes saber cómo cambiar su negatividad por motivación positiva.

Entonces, ¿qué puedes hacer para fortalecer y motivar a tu equipo en tiempos difíciles?

A continuación, te explicamos cómo, paso a paso.

Garantizar la motivación en tiempos de incertidumbre

Como decíamos al inicio, no lo puedes prever, pero como líder sí debes estar preparado para hacer frente a esos tiempos de incertidumbre y mantener la motivación de tu equipo, no en vano puede ser el factor clave para lograr que tu empresa se sitúe por delante de sus competidores.

El primer paso sería sustituir su miedo por la pasión por lo que hacen, pero esto es solo la teoría, en el siguiente punto vamos a la práctica.

Sustituir el miedo por pasión

Todas las personas no están preparadas para hacer frente a la inseguridad cuando se deben enfrentar a situaciones de riesgo, incluso puede que no sepan cómo actuar o entren en pánico ante ello.

En una situación así, es importante revertir la situación, pasando de una situación de crisis, límite, a una llamada a la acción y convertir ese momento en una oportunidad, logrando así pasar del miedo a la motivación.

Los empleados deben recibir un mayor apoyo en situaciones difíciles, ya que el miedo y la desmotivación puede provocar que la crisis crezca. Será necesario empoderar sobre todo a los mandos intermedios para que puedan ofrecer soluciones individualizadas a cada persona, utilizando las herramientas necesarias, sobre todo a nivel emocional, para apoyar a los equipos y generar la confianza necesaria que les ayude a superar los miedos y afrontar los nuevos retos.

Pasar de la teoría a la práctica

En momentos así, las palabras se las lleva el viento. Necesitarás convertir tu discurso en hechos tangibles o se desmoronará la motivación. Informar y empoderar a los trabajadores, siendo conscientes cada uno de ellos de la importancia que tienen y de cómo influye su labor en el resultado final, es un inicio crucial. Dales a tus empleados la autoridad y las herramientas que precisan para ello porque un entorno de trabajo seguro, amigable, actualizado y moderno, los resultados irán acordes y la empresa logrará sus metas.

La comunicación va a ser esencial para conseguir motivar a los equipos. Dentro de las distintas áreas de la empresa, se debe analizar en qué departamento o sector se encuentran mayores dificultades. Este análisis nos debe ayudar a identificar qué parte de la actividad se encuentra menos afectada por las dificultades. En definitiva, dentro de la compleja estructura de una empresa que se encuentra en funcionamiento, la necesidad de afrontar dificultades es intrínseco a la actividad empresarial y el establecimiento de los procedimientos de control y rectificación para superar las dificultades es necesario. Para que una crisis no crezca con tal magnitud que ponga en riesgo la supervivencia de la empresa, es necesario acotar las áreas, departamentos, productos o servicios que se encuentran con dificultades y actuar sobre ellos antes que se extienda a toda la empresa como una mancha de aceite.

Por ello, ante las situaciones de crisis, hay que saber identificar qué elementos o productos de la empresa cuentan con buena salud, qué procedimientos están validados y funcionan y actuar sobre aquellos que han generado las dificultades, realizando los cambios necesarios para su superación.

Firmeza y justicia en la toma y ejecución de decisiones

Pasar a la acción y al ejemplo, son primordiales. Los empleados pueden olvidar tus palabras, pero nunca olvidarán cómo les haces sentir.

Si les vas a pedir un mayor esfuerzo y, por tanto, una mayor presión, debes encontrar el punto de equilibrio imprescindible entre la firmeza y la justicia. No olvides demostrarles que comprendes la situación, su esfuerzo y dedicación, su estrés añadido, pero también, al mismo tiempo, debes mostrarles que son un equipo unido, fuerte y capaz para superar ese obstáculo y lograr la meta.

El esfuerzo que se exija a la plantilla debe contar con el correspondiente reconocimiento, los empleados deben saber que la empresa y sobre todo los puestos directivos, tienen conocimiento del esfuerzo que se está realizando para sacar adelante la actividad de la empresa. Así, deben sentir que el esfuerzo es compartido y que la directiva también realiza los esfuerzos necesarios para servir como ejemplo.

¿Cómo mantener la unión de este? Vayamos a ello.

Fortalecer la unión del equipo

Mantener la unión del equipo, mostrarles que así son más fuertes y capaces, son esenciales, pero también tener en cuenta otros puntos como:

  • Alentar la comunicación entre ellos, permitiendo así que exterioricen preocupaciones
  • Tratarlos siempre con respeto, escuchando sus comentarios, alabando y reconociendo su trabajo, su esfuerzo. Una palabra amable puede ser el mejor bálsamo y aliciente.
  • Poner metas y objetivos medibles y alcanzables. Habla claramente con los miembros del equipo y diles sin ambigüedades qué se espera de ellos, pero también demuestra que las mediciones son objetivas. No se debe olvidar que el éxito engendra éxito.
  • No cambies los objetivos a mitad de camino porque esto llevará a la confusión y la desmotivación.
  • Inspíralos con tu ejemplo. Cuando acuden con dudas, desmotivación o temores, muéstrales tu pasión, tu interés y tu actitud positiva, recuerda «hazlos sentir» porque se contagia.

En resumen, sabemos que los empleados son mucho más productivos en un ambiente laboral positivo. Todas las empresas quieren que sus empleados se mantengan motivados para que así desempeñen su labor con entusiasmo, sobre todo cuando el momento económico o de mercado es complicado.

Es la función del líder del equipo lograr que este se mantenga unido y fuerte, capaz de lograr los objetivos, transformando las dudas e incertidumbre en actitud positiva, en pasión e ilusión por su trabajo.

Preparar a los equipos para afrontar situaciones difíciles, debe realizarse de manera preventiva y no actuar con improvisación en el momento de crisis. Establecer un sistema de trabajo en el que prime la confianza, implicación y trabajo en equipo deben ser las herramientas para afrontar situaciones menos favorables.

No se puede pretender empezar a generar confianza en un momento difícil en la empresa, ya sea provocado por elementos externos, derivados del mercado o bien cuestiones internas, como cambios organizativos.

Los cambios, aunque se identifiquen como positivos, siempre generan inseguridad e incertidumbre, como consecuencia del desconocimiento de lo nuevo. Únicamente se pueden afrontar situaciones de cambio y momentos difíciles con respaldo de la plantilla cuando existe por parte de la misma una identidad con la organización.

Cuando los empleados se consideran claves para solucionar la situación difícil por la que se atraviesa en la empresa, su comportamiento se conducirá a aportar lo que se encuentre a su alcance para revertir la situación.

Por el contrario, si no existe implicación de la plantilla e identidad corporativa, las posibles dificultades que se generen pueden dar lugar a que el empleado afronte la situación de manera individualista, pensando en sus intereses personales buscando incluso una salida laboral fuera de la organización.

Así, será fundamental que la empresa con anterioridad a la situación difícil, haya generado confianza en la gestión, tenga en su histórico situaciones de superación de dificultades con éxito, actúe con transparencia sin ocultar los problemas, realizando acciones encaminadas a la adaptación de la situación para superar las dificultades.

Los directivos de la empresa van a estar en el punto de mira en las situaciones difíciles, ya que se esperará de ellos encuentren la solución para afrontar la situación. Actuar con congruencia, dando ejemplo y de manera consecuente será necesario para generar la confianza en la plantilla y que esta les apoye en las decisiones.