Talento Diverso

El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

Cómo afectan los prejuicios sociales en el trabajo

linea temporal verde usada como separador linea temporal verde usada como separador
Imagen de cabecera

 

Antes de adentrarnos en este artículo en los prejuicios sociales y cómo estos afectan en el trabajo, vamos a ver si es lo mismo prejuicios y estereotipos, y cuál es la definición de cada término.

Prejuicios y estereotipos

Como decíamos, definamos primero qué significa cada concepto.

Desde la niñez aprendemos que hay diferentes clasificaciones para las cosas y las personas, como el género, país, color de piel… Sin darnos cuenta, vamos aplicando esta forma de clasificar a familiares, amigos y extraños, y establecemos relaciones entre estas listas o clasificaciones: las mujeres son más cariñosas y protectoras, las personas mayores tienen dificultades con lo tecnológico como los ordenadores o teléfonos móviles, los hombres…

Cuando estas opiniones o ideas se afianzan de forma automática en nuestra mente aparecen los juicios «previos a», generalizando y asumiendo que todos los integrantes de esos grupos se comportan del mismo modo, así nacen «los prejuicios» hacia una cosa, una persona o un grupo de personas.

Cuando estos prejuicios están simplificados en exceso, directamente relacionados con formas de comportamiento o características físicas, en general siempre exageradas, y aplicadas a cada una de las personas de un grupo, es cuando hablamos de «los estereotipos».

Conscientes e inconscientes

Sesgos conscientes son aquellas creencias o actitudes que tenemos sobre alguien o algo y que nos influyen directamente a la hora de tomar decisiones en el trabajo. Debiendo intentar el limitar dicha influencia y evitar que perjudiquen la toma de decisiones.

Sesgos inconscientes son aquellas preferencias de las que no somos conscientes, incluso si reflexionamos sobre ello, afectando a las decisiones, por ejemplo, a la hora de contratación, pudiendo elegir a personas solo porque son similares a nosotros y no por sus capacidades, habilidades…

Ejemplos de prejuicios sociales (discapacidad, homofobia…)

Los prejuicios sociales afectan tanto a quienes los tienes como a quienes los padecen ya que modifica la forma de comportarse de ambas partes.

Esto tiene consecuencias, por ejemplo, que las víctimas de prejuicios se acaben comportado tal y como los demás les dicen que se comportan. Y, por otro lado, que las personas que tienen los prejuicios traten a los demás de manera diferente en función de cómo espera que se comporten, según los estereotipos que se ha forjado previamente.

A continuación, algunos ejemplos de prejuicios sociales:

  • Género: cuando se generaliza y discrimina por tener un género concreto y no de forma individual.
  • Racismo: cuando se valora a ciertas razas de forma positiva o negativa, generalizando, en lugar de valorar a las personas por sus acciones o conductas, de forma individual.
  • Discapacidad: cuando se generaliza y se minusvalora a las personas por como son y no por sus cualidades y capacidades.
  • Homofobia: cuando se expresa desprecio o aversión por los homosexuales por el mero hecho de serlo, y no como personas.
  • Clase social: cuando se desprecia, valora o se expresa aversión por un grupo social concreto debido a su rango social.
  • Xenofobia: cuando se expresa desconfianza o aversión hacia los extranjeros solo por pertenecer a otras culturas y sin que exista ninguna otra razón.

Cuando los prejuicios nos llevan a la discriminación poco ética

Tenerle manía a un color o a una comida es algo inofensivo, sin embargo, cuando los prejuicios nos llevan a actuar en contra de una persona o grupo de personas esto constituye una discriminación poco ética.

Cómo nos afectan en el ámbito laboral

En el día a día tenemos que tomar muchas decisiones. Estas van a estar afectadas por nuestros prejuicios o sesgos inconscientes, primarios.

Estos abundan en el entorno laboral en el que nuestros estereotipos, procedencia, contexto cultural, raza, experiencias previas… afectan y repercuten de forma directa en todas aquellas decisiones que tomamos y ni siquiera nos damos cuenta de ello.

Por ello es importante conocer cómo nos afectan estos prejuicios y sesgos inconscientes para buscar tácticas, formas y estrategias que nos permitan superar este problema. Esta responsabilidad dentro de la empresa corresponde a la dirección. Incluso, generar dicha conciencia en los responsables del liderazgo dentro de la empresa se considera un nuevo tipo de formación para la diversidad, esencial cuando hablamos de productividad y rentabilidad en la empresa.

Tipos de sesgos inconscientes en el trabajo por…

Afinidad: cuando se elige a personas por cualidades parecidas a las nuestras, lo que lleva a una menor diversidad en la plantilla y, a su vez, significa menor creatividad en la empresa.

Atribución: cuando atribuimos sus errores a una falta de habilidad, preparación o capacidad, pero imputamos los logros como producto de la suerte.

Confirmación: cuando buscamos evidencias de confirmen nuestras propias opiniones y no valoramos de forma objetiva

Género: cuando anteponemos las creencias sesgadas y estereotipadas sobre roles o aptitudes por el género, sin valorar de forma objetiva.

Apariencia: cuando juzgamos injustamente a la persona solo por sus atribuciones físicas

Falsa perfección: cuando quedamos impresionados por una cualidad de la persona y eso nos obnubila sin ver lo negativo, como si fuera perfecta. Esta falsa percepción también tiene su contra, cuando quedamos obsesionados por una cualidad negativa y somos incapaces de observar y valorar el resto de las cualidades positivas.

Reducir los prejuicios y la discriminación

Para reducir estos prejuicios inconscientes que nos pueden llevar a pasar por alto el talento, incluso a la discriminación, deberemos tener en cuenta las siguientes estrategias:

  • Fomentar el diálogo en el trabajo sobre los prejuicios, lo que llevará a conocerse mejor a uno mismo. Si no se asumen no se pueden enfrentar.
  • Toma de decisiones: ser conscientes de que pueden estar afectando directamente a la toma de decisiones en la empresa. Deberemos hablar de cómo estos prejuicios nos pueden impedir el avanzar en la consecución de los objetivos de la organización.
  • Preguntar a los trabajadores y trabajadoras sobre sus propias experiencias con los prejuicios inconscientes y problemas ocultos que pueda haber dentro de la empresa. Según los datos obtenidos, diseñar intervenciones, formación, etc.
  • Implementar políticas y prácticas en la empresa que garanticen que los prejuicios inconscientes no repercutirán obstaculizando todos los esfuerzos que se lleven a cabo por construir un entorno de trabajo diverso e inclusivo.
  • Utilización de imágenes y uso del lenguaje inclusivo, tanto en la documentación interna como externa de la empresa.

Como referencia normativa, podemos mencionar la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que recoge una serie de principios, como son:

  • Art. 3: principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres: supone la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por razón de sexo, y, especialmente, las derivadas de la maternidad, la asunción de obligaciones familiares y el estado civil.
  • Art. 5: Igualdad de trato y de oportunidades en el acceso al empleo, en la formación, en la promoción profesional y en las condiciones de trabajo.
  • Art. 6: Discriminación directa e indirecta:
    • 1. Se considera discriminación directa por razón de sexo la situación en que se encuentra una persona que sea, haya sido o pudiera ser tratada, en atención a su sexo, de manera menos favorable que otra en situación comparable.
    • 2. Se considera discriminación indirecta por razón de sexo la situación en que una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros pone a personas de un sexo en desventaja particular con respecto a personas del otro, salvo que dicha disposición, criterio o práctica puedan justificarse objetivamente en atención a una finalidad legítima y que los medios para alcanzar dicha finalidad sean necesarios y adecuados.
    • 3. En cualquier caso, se considera discriminatoria toda orden de discriminar, directa o indirectamente, por razón de sexo.

La Ley de Igualdad 3/2007, establece la regulación de la elaboración y aplicación de los planes de igualdad en las empresas, en el artículo 45 y siguientes, con la finalidad de respetar en el ámbito laboral la igualdad de trato y de oportunidades de las mujeres y los hombres.