Definir valores empresariales
No es ningún secreto, el objetivo final de las empresas es lograr un buen rendimiento, aumentar su productividad y conseguir beneficio económico.
No obstante, para lograr este objetivo no se pueden enfocar solo en cuestiones financieras, también deben tener en cuenta otros factores como los valores de empresa, la cultura de empresa.
Pero ¿qué son los «valores empresariales»? Son el conjunto de principios profesionales y éticos que la empresa se ha comprometido a respetar durante toda su actividad.
Las características más importantes de estos valores es que son perdurables en el tiempo, genéricos al afectar a multitud de cuestiones diferentes, públicos ya que la empresa los fomenta entre sus empleados y empleadas y los muestra a sus clientes y, también, que son valederos siempre porque no admite exclusión alguna en su cumplimiento.
A continuación, nos detendremos en comentar con más detalle algunos de estos valores empresariales.
Cuáles son los valores corporativos claves para la empresa
Veamos cuáles son estos valores empresariales:
- Transparencia: esta se debe reflejar en la presentación de sus cuentas económicas de forma periódica y accesible. Las empresas más transparentes inspiran confianza en el mercado, sobre todo al cliente. Por otro lado, la transparencia en la gestión supone comunicar a la plantilla las actuaciones o decisiones que tengan una mayor repercusión a nivel global como los cambios estructurales, las grandes inversiones, las fusiones, etcétera. De esta forma la plantilla podrá conocer la repercusión tanto en la propia organización como en sus puestos de trabajo.
- Honestidad: cuando la empresa es transparente gana en honestidad de cara al cliente, ya que le facilita la información que demanda. La sinceridad siempre le aportará mucho más beneficio a la empresa a largo plazo que el no ser completamente sincera con los clientes y proveedores.
- Responsabilidad Social: toda empresa tiene una responsabilidad directa con la comunidad donde está ubicada, debiendo contribuir de alguna manera a mejorar las condiciones de vida en la zona, o bien a impulsar iniciativas que contribuyan a la mejora de sus condiciones de vida con un impacto positivo y amplio. Así, dependiendo de la actividad, podrá realizar acciones de ayuda social con determinados colectivos o bien reducir el impacto en el medio ambiente, además de tener en cuenta las acciones de responsabilidad social aplicadas a nivel interno con la plantilla, como puedan ser la mejora de la calidad de vida, las medidas de conciliación, la mejora de las condiciones laborales, o la diversidad e inclusión en la composición de la plantilla de la organización.
- Respeto a los empleados: imprescindible el trato a los trabajadores y trabajadoras ofreciendo todas las facilidades posibles para el desempeño de su labor dentro de la empresa, así como para el crecimiento personal y de su carrera profesional.
- Libertad: cuidado, no hablamos de libertinaje, sino siempre entendida como la oportunidad de formular una opinión o de proponer una determinada actuación, sin consecuencias, o sea, sin ser reprendido o amonestado por ello.
- Excelencia: máxima calidad. Es imprescindible porque invita a todas las personas que forman parte de la empresa a no caer en la autocomplacencia, si no que las impulsa a superarse día a día y no dejar nunca de mejorar. Ofrecer el mejor servicio o producto con la máxima eficacia y eficiencia, ese es su objetivo.
- Aprendizaje y Adaptabilidad: es esencial que una empresa esté siempre en constante aprendizaje, así como toda su plantilla, lo que supondrá saber adaptarse mejor a los cambios que se puedas producir en un futuro. La formación continua impide la intransigencia y la incapacidad para adaptarse.
- Constancia: perseverar y no desanimarse nunca ante las adversidades son valores importantes para que converjan la esperanza y el esfuerzo constantes en la consecución de los objetivos trazados, a medio y a largo plazo.
- Capacidad de análisis y autocrítica: la capacidad de analizar periódicamente para descubrir debilidades y fortalezas, para autocriticar y ser capaces de corregir errores, estrategia y procesos, evitando que puedan salir muy caros a la larga.
- Compromiso: la identificación con los valores de la empresa permite un mejor clima de trabajo (sensación de satisfacción en la realización del mismo) y un mayor compromiso de los trabajadores y trabajadoras en la consecución de las metas, así como el reforzamiento de los lazos emocionales con la empresa.
8 estrategias para implementar estos valores empresariales en tu empresa
La misión, la visión y los valores son de los elementos más importantes de una empresa en el siglo XXI, donde ya no tienen cabida los modelos inflexibles, rígidos y poco participativos.
Se debe apostar por modelos de gestión capaces de imbuir en los empleados y empleadas el compromiso y el sentido de pertenencia con la empresa.
Con una definición clara de la misión y visión de la empresa se justifica la existencia de esta, así como el propósito para el que ha sido creada, permitiendo definir los objetivos propuestos.
Por tanto, al margen de la generación de beneficios, los productos o servicios que se ofrecen en el mercado deben tener una identidad que aporte a los clientes la satisfacción de las necesidades satisfechas para las que se crearon.
Veamos a continuación 8 estrategias para implementar y consolidar los valores empresariales en nuestra organización.
Identificar los valores empresariales
Sabiendo qué cosas son importantes para la empresa, estableciendo prioridades y destacando aquellas ventajas competitivas que convierten en singular a la empresa.
El conjunto de normas, principios y procedimientos que definen el funcionamiento de una empresa, se incluyen en el denominado gobierno corporativo. Así, los procedimientos en la toma de decisiones y el equilibrio entre los distintos grupos de interés (junta directiva, accionistas, clientes, proveedores, plantilla, etc.), que permitan el respeto de los valores corporativos, ya sea la transparencia, la responsabilidad social corporativa, la independencia, etc., permite generar confianza y solidez tanto interna como externamente y de esta forma, mejorar el rendimiento y la rentabilidad de la empresa.
Los valores empresariales suelen estar definidos en un código de conducta, donde se definen las normas internas de funcionamiento, los valores y principios, así como las conductas prohibidas.
Enseñar, capacitar e involucrar al empleado
Creer que un papel impreso con los valores va a involucrar al trabajador o trabajadora, es un error. Es más, cuando la empresa invierte tiempo, esfuerzo y dinero en enseñar con detenimiento en qué se basa su organización, demuestra un alto nivel de compromiso. Por ello, para reforzar los valores en los nuevos empleados es mejor que recurra a capacitaciones, por ejemplo.
Reforzar con una buena comunicación interna
Dada su importancia, es recomendable que los valores se recuerden y se consoliden en todos los formatos de comunicación interna que utilice la empresa, potenciando así estos. Esto a su vez serviría para que los empleados y empleadas fortalezcan su compromiso cada vez que contacten con la empresa.
Planificar
Crear y diseñar acciones y planes específicos que lleven estos valores a la práctica y lograr así que estos formen parte de la manera de sentir, pensar y actuar de la empresa.
Reconocer y valorar
La mejor manera de afianzar los valores empresariales en los trabajadores y trabajadoras es reconociéndolos por ello, y comunicar este reconocimiento a través de los boletines internos, newsletters, y/o sitio web de la empresa. Al premiar aquellos comportamientos acordes a los valores corporativos, se están mostrando lo importantes que son.
Al mismo tiempo, aquellos empleados o empleadas que no cumplan estos valores deben ser penalizados por ello, no en vano se debe recordar que estos son la cara visible de la empresa y quienes deben representar sus valores.
Medir impacto
Hay que evaluar comportamiento, actitudes y resultados de forma continua, objetiva y fiable para conocer el impacto generado por las diferentes prácticas de implantación de los valores. Pudiendo así corregir las diferencias entre lo esperado y lo real.
Comunicar valores a los clientes
Se deben comunicar con claridad cuáles son los valores y su significado de formar que estos impregnen el día a día en el trabajo. Cada persona tiene que tener muy claro qué se espera conseguir en la empresa, y qué ha de hacer para lograr este objetivo.
Ser un ejemplo para los demás
Es obvio, la mejor forma de que los miembros del equipo interioricen los valores empresariales de la entidad, es que todo el mundo los muestre, incluidos quienes dirigen la empresa, dando ejemplo con ello.
Un líder no puede establecer unos valores y después incumplirlos él mismo. Los valores son muy importantes sobre todo en circunstancias difíciles donde la convicción en estos será crucial para lograr buenos resultados.