El modelo de Integralia Digital Global es el de una organización centrada en las personas y, específicamente, en unas personas con unas características determinadas. Visto desde fuera, esas características tendrían que ver con que esas personas tienen certificados de discapacidad, aunque eso no tendría nada de especial ya que todos y todas tenemos capacidades diferentes.
En realidad, lo especial de estas personas (en general, para la sociedad y, en particular, para su desempeño laboral) tiene que ver con estas dos situaciones:
- La dificultad de visualizar y, por lo tanto, de incorporar al proceso productivo su perfil de capacidades, ya que el estigma de su discapacidad las encubren.
- La dificultad de mantener sus capacidades como factor de producción estable, ya que existe un riesgo superior a la media de que se conviertan en discapacidades, aunque sea temporalmente.
Integralia Digital Global sortea estas dificultades de dos formas:
- Incrementando el esfuerzo en la gestión de recursos humanos, potenciando el trato personalizado a cada trabajadora y trabajador, lo que le resta competitividad al incrementar sus costes.
- Subordinando los procesos del negocio a la gestión del talento y a la búsqueda de oportunidades para sus trabajadores y trabajadoras, lo que le obliga a diseñar un modelo diferenciado.
El modelo productivo de Integralia Digital Global se pone así al servicio de un talento encubierto e inestable, sin eludir la evidente complejidad que se genera, ni caer en la tentación de desviarse por atajos tales como: orientarse a mercados menos intensivos en conocimiento o acudir a una selección de personal más convencional.
Integralia Digital Global integra de forma innovadora la gestión de la producción con la de recursos humanos, hasta el punto de que éstos dejan de ser recursos para convertirse en objetivos.
El reto es transformar una desventaja competitiva “inicial” en una ventaja competitiva “final”, añadiendo un valor al mercado que consiga la rentabilidad económica de la empresa, sin bajar el listón de su sostenibilidad social, e incluso incrementándolo por su ADN y vocación inclusiva. Para ello, no queda otra que reinventar el modelo cada día.