Qué entendemos por «incentivos salariales»
Los «incentivos salariales» son todas aquellas iniciativas que la empresa pone en marcha para motivar a sus trabajadores, de esta forma aumenta la eficacia, obtienen mejores resultados, bajan los costes y aumenta su productividad.
Pero esto no es una idea innovadora, sino que ya parte de una iniciativa que comenzó en el siglo XX, a finales, cuando se popularizó un sistema que pagaba al trabajador un plus por su desempeño cuando su producción superaba unos baremos establecidos.
Por ello, podemos encontrar diferentes motivos para que una empresa utilice un plan de incentivo salariales. Como son:
- Atraer y captar talento
- Retener empleados
- Aumentar la productividad
- Fomentar el trabajo en equipo
- Agradecer a los empleados la consecución de los objetivos propuestos
- Recompensar a los empleados por su esfuerzo y desempeño en su labor
Bien, ahora que ya sabemos qué son los incentivos, vamos a centrarnos en cuántos tipos existen, así como sus características.
Tipos de incentivos
Contar con un buen plan de incentivos está directamente relacionado con la «felicidad de los trabajadores» en la empresa, y que esta, a su vez, está relacionada también de forma directa con el aumento de la productividad. Por lo tanto, cuanto más felices están los empleados más motivados estarán y mayor será su capacidad productiva.
Dentro de estas iniciativas para «incentivar» a los empleados, nos encontramos dos tipos:
Los incentivos laborales económicos – en este tipo están incluidas las recompensas monetarias que la empresa da al trabajador por el cumplimiento de unos objetivos concretos. De esta forma aumenta su implicación, la productividad y la satisfacción del profesional.
Ejemplos: primas anuales, aumento de sueldo, comisiones, gratificaciones, plus de productividad, planes de pensiones, seguro médico, etc. (estos últimos incluidos en lo que denominamos como «beneficios sociales»)
Los incentivos laborales no económicos – Tienen las mismas funciones que los económicos, pero en lugar de incentivar con iniciativas monetarias, lo hacen con otro tipo de ofertas como son: la flexibilidad horaria para una mayor y mejor conciliación laboral y familiar; planes de formación personalizados; reconocimiento de logros; mejor promoción laboral, participación en la empresa, servicios dentro de la empresa, viajes (mezclando trabajo y ocio), regalos, actividades en grupo…
Como hemos visto, tenemos dos tipos de incentivos salariales. Por tanto, a la hora de tener nuestro plan de incentivos en la empresa deberemos estudiar qué tipo de incentivos ofrecer, en qué condiciones, etc. Pero lo primero de todo es crear un plan, veamos cómo hacerlo.
Plan de incentivos de la empresa
Tener un buen plan de incentivos llevará a los trabajadores a estar más motivados y, por tanto, a mejorar su productividad. A la vez, ayudará a la empresa a captar y contratar personal cualificado, además de retener talento.
A la hora de elaborar un plan de incentivos en la empresa deberemos estudiar la situación e historial de los empleados, buscando ofrecer aquellos incentivos que mejor se adapten a sus necesidades o preferencias. Como es obvio, no todos los trabajadores tienen los mismos deseos, preferencias y necesidades.
No deberemos olvidar que, si bien la parte económica es importante, el trabajador tiene también sus necesidades psicológicas, sociales y emocionales; y que la satisfacción de estas necesidades es muy importante en su motivación y rendimiento finales.
Debido a lo anterior, la mejor opción suelen ser los incentivos salariales no económicos ya que estos se centran, generalmente, en cumplir esas necesidades.
Veamos los pasos a seguir:
- Definir objetivos: claros y medibles, ya sean trimestrales, semestrales o anuales.
- Adecuar los incentivos: ver las inquietudes y necesidades de los diferentes perfiles de los empleados; incluso teniendo en cuenta que un mismo empleado puede tener diferentes necesidades dependiendo de en qué etapa de su vida se encuentre.
- Fase de selección: una vez hemos solicitado a los empleados su opinión (encuesta, cuestionario), ahora viene el momento de seleccionar y escoger los que crea que son más adecuados.
- Publicación del plan: una vez finalizado, el siguiente paso es su publicación. Imprescindible enviar un comunicado a cada trabajador para que tenga conocimiento de ello y sienta que se le tiene en cuenta en la empresa.
- Fase de dudas: esencial tener un tiempo para resolver las posibles dudas que se puedan generar tras su lectura.
Ya contamos con un plan de incentivos, ahora la empresa deberá evaluarlo periódicamente porque el entorno, los objetivos y las motivaciones de los empleados y de la empresa pueden cambiar, y deberá modificar y realizar ajustes con el paso del tiempo.
Ejemplos prácticos
Ahora que ya sabemos que son los incentivos salariales, cuál es su finalidad y cómo se crea un buen plan de incentivos en la empresa, conozcamos algunos ejemplos prácticos:
Facebook ofrece a los nuevos padres varias opciones: 4.000 dólares para gastos del niño/a, reembolso de gastos de guardería o 4 meses de vacaciones remuneradas.
Netflix apoya la flexibilidad laboral y permite a sus trabajadores distribuir su jornada laboral como mejor deseen, mientras el rendimiento sea el mismo no importa el horario utilizado y, por tanto, nada de rigidez horaria.
Motorola impulsa el teletrabajo, algo que ya disfruta más del 30% de su plantilla, y que es muy valorado por sus trabajadores.
Moz ofrece, como incentivo, un bonus de 2.000 euros para ayudar con los gastos de un viaje familiar que denomina como «tiempo libre remunerado», haciendo hincapié así en la importancia de que sus empleados pasen y disfruten de más tiempo con su familia.
Mattel, también con el objetivo centrado en la familia, permite a sus empleados disfrutar de 16 horas libres y remuneradas para participar en los eventos escolares de sus hijos u otras actividades familiares.
En definitiva, si se quiere mejorar la motivación, la productividad, la moral de la empresa, el compromiso de sus trabajadores, su implicación y lealtad —creando así un entorno de trabajado excepcional, capaz de convertirse en una ventaja añadida y convertir a la empresa en la más competitiva dentro de su sector—, solo dependerá de contar con un buen plan de incentivos.
Y el éxito de dicho plan se basará en realizar un buen estudio previo para conocer a sus empleados y así poder ofrecerles un buen programa de incentivos que se adapte a sus necesidades.