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El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

Cómo ser más productivo en el trabajo

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El objetivo es ser más eficiente, es decir, hacer las cosas mejor y más rápido. Ser «más productivo» produce una mayor satisfacción laboral, a la par que nos conduce a una mayor responsabilidad en el trabajo y, por ende, a un salario mayor.

Para obtener mayor productividad y mejor resultados en el trabajo, deberemos organizar muy bien el tiempo, entre otras cosas.

A continuación, queremos ayudarte compartiendo y comentando 10 consejos para ayudarte a ser más productivo en tu trabajo.

10 consejos para ayudarte a ser más productivo en tu trabajo

Vamos a centrarnos en los 10 consejos qué puedes hacer para ser más eficiente y productivo en tu trabajo:

Duerme 8 horas y descansa con calidad

En el sueño, cantidad y calidad van totalmente unidos. De poco sirve que duermas diez horas si la calidad de tu sueño es pésima, despertando cada hora, no pudiendo volver a dormir si te despiertas… etc.

Acostumbra a tu cuerpo a dormir ocho horas cada día. Estar descansado supone una mayor concentración en tu trabajo, lo que también redundará en una mayor eficiencia, a la par que más fluida.

Para conseguir un sueño reparador es necesario crear unos hábitos, como mantener un horario de sueño organizado, tomar una cena ligera, no tomar estimulantes ni realizar deporte por la noche. Es recomendable tener un ambiente tranquilo y confortable y realizar algún ritual inductor del sueño, como la lectura o un baño relajante.

Se debe advertir que la exposición a las pantallas influyen negativamente en la calidad del sueño, a pesar de haberse convertido en algo generalizado. La iluminación del teléfono móvil, tablet o los e-books alteran la melatonina, que es la hormona que induce la fase REM del sueño, en la que nuestro cerebro se reorganiza y descansa.

Ordena tu entorno de trabajo, físico y virtual

A la larga, tener tu espacio físico y virtual (carpetas, documentos, bases de datos, correo…) ordenados te generará más ahorro de tiempo cuando busques documentos o datos que necesites.

Un área de trabajo organizada refleja profesionalidad y transmite seguridad. Además, genera eficacia al eliminar la pérdida de tiempo que supone búsqueda de información, y evita el estrés al proporcionar mayor tranquilidad.

Establece objetivos diarios

Planifica tu día en cuanto llegues al trabajo, ordenando tus tareas por importancia, ya que la eficiencia está en saber priorizar.

Desde lo importante, urgente o planificado, así serás más consciente de los plazos de tiempo, haciendo una comprobación al finalizar la jornada de cuántas tareas has concluido. No olvides ir marcando cada tarea finalizada porque esto te motivará a continuar.

Cada jornada de trabajo tenemos que cumplir una serie de tareas, siendo clave la gestión del tiempo para cumplir con todos los objetivos propuestos. Es importante que se programen las reuniones y cumplir con los tiempos de duración para que no afecte al resto de los objetivos.

Evita la multitarea

Sí, lo sabemos, la tecnología te permite simultanear varias tareas, pero no es productivo. Al final, no logras concentrarte en cada una de tus tareas y, saltando de una a otra, solo provocarás una falta de atención que te llevará a cometer errores y a dividir los esfuerzos, lo que no te servirá para ahorrar tiempo ni mejorar tu productividad, perdiendo eficacia y eficiencia al avanzar en el cumplimiento de los objetivos.

Por ello es importante programar el tiempo de atención que dedicamos al correo, teléfono, reuniones y al trabajo de concentración. 

Realiza pausas controladas

No pienses que reducir tus descansos o pausas, debido a la carga de trabajo, te permitirá mejorar tu productividad. No es así, sino todo lo contrario. La calidad del trabajo y tu rendimiento serán superiores si realizas varias pausas. Esto no solo despejará tu mente, también te permitirá minimizar el estrés y retomar el trabajo con mayor eficacia.

Para que sean efectivas, estas pausas deberán ser suficientes y breves. Es conveniente levantarse del puesto de trabajo durante la pausa, realizar sencillos estiramientos y reponer fuerzas con algún alimento ligero o fruta.

Para aquellas personas que lo tienen interiorizado, hacer técnicas de respiración ayuda a relajarse, o bien practicar mindfulness. La clave está en las pausas, donde se debe desconectar mentalmente del trabajo, ya que es un buen momento para socializar con los compañeros y compañeras conversando sobre temas ajenos al entorno laboral.

No procrastines

Procrastinar significa dejar las cosas para más adelante, pero esto en el trabajo nos puede llevar a que, después, no tengamos tiempo suficiente para su realización.

A contrario, es mejor que las vallas realizando con antelación ya que, además de que la calidad del trabajo será mayor, también te ayudará en la puesta en marcha de proyectos en equipo, consiguiendo así mayor tranquilidad y margen de maniobra.

Haz al inicio las tareas más complicadas

Aunque pueda parecer que esta consigna carece de sentido, es lo contrario, puesto que al inicio de la jornada laboral es cuando más energía y capacidad de concentración tenemos y, por tanto, te resultará más sencillo finalizar las tareas más complicadas.

Comenzar por aquellas que resulten más difíciles evita que tengamos que afrontarlas en un momento posterior con el cansancio acumulado por la sobrecarga laboral.

En las últimas horas de nuestra jornada laboral, el cansancio lleva a una mayor falta de concentración, lo que a su vez provocará que las tareas de alta dificultad nos cuesten mucho más.

Lo ideal en la jornada laboral es que vayan de mayor a menor dificultad, realizando al final de la jornada aquellas que pueden ser más mecánicas o que sean de tipo organizativo.

Acepta responsabilidades

Es muy bueno que aceptes mayor responsabilidad en tu trabajo porque te sentirás más motivado y relevante en la empresa, pero… ¡cuidado!, abarca solo aquello que vaya en consonancia con tus habilidades y capacidades porque si no el efecto será justo el contrario.

Es frecuente que en las empresas se sobrecargue de trabajo a aquellas personas que resultan más eficientes, corriendo el riesgo de agotarles. Por eso, es importante asumir nuevos retos y responsabilidades, pero siendo realista y planificando temporalmente cada tarea.

Trabaja en equipo

La forma más eficaz de evitar el bloqueo es no enfrentarse a un proyecto solo, de esa forma el trabajo en equipo siempre podrá evitar esos lapsus. Además, generaras contactos productivos que serán de interés para todos de cara al futuro.

El reparto de tareas dentro del equipo y la especialización, hace ganar eficacia y avanzar más rápido y mejor en el desarrollo de las funciones. También es conveniente el trabajo en equipo cuando se plantean cuestiones complejas y se pueden analizar desde distintos puntos de vista para conseguir afrontarlas para dar la mejor solución.

Desconecta del trabajo, por completo

En resumen, como hemos visto, la productividad en el trabajo beneficia en gran medida el crecimiento personal del trabajador y, a su vez, el éxito de las empresas.

Estudia cuál es tu eficiencia y detecta tus áreas de mejora para obtener el mejor partido a tu talento. Verás como así tus posibilidades de crecimiento serán mayores y obtendrás un gran fortalecimiento personal, consiguiendo el equilibrio entre lo laboral y lo personal.