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El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

Resiliencia. Ejemplos y concepto

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La psicología estudia la resiliencia del ser humano. Es un concepto que no era muy común hasta no hace mucho, pero que actualmente se ha extendido y se valora mucho en las personas porque demuestra una gran capacidad de adaptación. Vamos a ver por qué. 

Resiliencia, positividad ante el desastre 

Es la capacidad que tiene una persona o una comunidad de individuos de enfrentarse a episodios estresantes, traumáticos, violentos, difíciles, etc y salir victoriosos, sin sufrir una transformación nociva que afecte a su forma de ser. 

Se considera una cualidad de la persona que debe ser muy valorada y fomentable porque quienes son resistentes ante eventos desafortunados gozan de un mayor equilibrio emocional y tienen una actitud mucho más favorable para actuar contra ellos. 

La psicología estudia este tipo de comportamientos en los que enfrentarse a acontecimientos especialmente dolorosos, adaptarse a la realidad que surge después sin que afecte al empuje vital de la persona. 

Es un aspecto de la psique humana que hay que potenciar y deriva del tipo de educación y autoestima que el individuo ha recibido. 

Pilares de la resiliencia 

La resiliencia tiene una base que se asienta sobre una serie de puntos clave que ayudan a que se desarrolle para poder hacer frente a situaciones traumáticas: 

  • Fomentar las relaciones afectivas: En los momentos difíciles las relaciones humanas son de vital importancia. Encontrar apoyo en la familia y amigos es esencial, por ello hay que cuidar a las personas con las que estamos en contacto y no abandonarlas o puede suceder que uno acabe solo, sin nadie con quien poder compartir problemas y alegrías. 

  • Tener esperanza: Cuando en la vida las cosas vienen mal dadas es necesario conservar la esperanza en salir adelante. Eso evita caer en la depresión que es la peor manera de vivir, porque significa que no existen las ilusiones que, a fin de cuentas, son las que dan sentido a la existencia. 

          Hay que ser activos y luchar para que la situación se acabe normalizando. 

  • La vida tiene un sentido y es necesario que cada persona dé un sentido a su vida: Solo así se pueden afrontar los problemas dolorosos con garantías de poder superarlos. Tener un proyecto, familia, hijos, pareja… todo esto proporciona motivos para luchar. 

  • Es muy importante hablar: Se trata de contar lo que ocurre, problemas, miedos, etc. A las personas en las que se puede confiar y que estas escuchen. Muchas veces no se le da la importancia debida a este aspecto, pero reduce en parte la intensidad del dolor. Gracias a estas conversaciones suelen salir ideas que ayudan a solventar las situaciones más complejas. 

  • Analizar los problemas con un poco de distancia: Tomar distancia a la hora de observar esos momentos tan delicados es una buena forma de hacerles frente. Un acontecimiento grave puede hacer surgir determinadas cualidades que estaban latentes, pero que no salían a la luz, sencillamente, porque no se habían dado las circunstancias necesarias para ello. 

  • Conservar una autoestima positiva: Esto no quiere decir sentirse superior o invencible. Quiere decir que la persona posee las capacidades para enfrentar situaciones difíciles que provienen del exterior. Es muy importante creer en sí mismo para superar las dificultades. 

  • Ser flexibles, saber relativizar lo que ocurre: La vida muy pocas veces transcurre bajo el guion que creemos haber marcado, por el camino que nos gustaría. Muchas veces toma giros inesperados que sorprenden. 

          En estos casos el humor es la mejor arma; mirar las cosas con menos seriedad es una  actitud positiva que hará que no nos  tomemos las adversidades a la tremenda. 

          Podríamos decir, resumiendo, que la resiliencia se practica y aprende y esas habilidades serán las que conseguirán salir delante  de circunstancias difíciles con más rapidez. 

Clases de resiliencia y ventajas 

Hay distintos tipos de resiliencia según el entorno del que hablemos: 

  • Resiliencia en psicología: Se relaciona con lo que hemos comentado ya. La capacidad del ser humano para superar situaciones desfavorables que provocan dolor emocional. 

  • Resiliencia social: En este caso hablamos del grupo, la comunidad que se sobrepone a determinados resultados adversos, volviendo a establecer los vínculos que les unían. 

  • Resiliencia aplicada a la ecología: Cualidad de los ecosistemas para adaptarse a las perturbaciones que les afectan sin alterar su estructura. 

  • Resiliencia en tecnología: Capacidad de los sistemas para soportar problemas recuperándose posteriormente. 

  • Resiliencia de acuerdo con el derecho: Cómo las personas apelando a los derechos humanos son capaces de recuperar el más fundamental: La libertad. 

  • Resiliencia que afecta a los emprendedores: Cómo un emprendedor se enfrenta a las situaciones límite que se relacionan con su negocio superándolas. 

  • Resiliencia ante la vergüenza: Se basa en el coraje para superar aquellas situaciones decepcionantes para el individuo. 

 Pero si ponemos al núcleo humano en el centro podemos establecer las siguientes categorías: 

  • Resiliencia individual: Propia de cada individuo. 

  • Resiliencia familiar: Cómo actúa la familia e influyen los acontecimientos desagradables en sus miembros. 

  • Resiliencia comunitaria: Aquí nos centramos en las relaciones e influencias que hay entre los integrantes de comunidades que se relacionan diariamente. 

  • Resiliencia organizacional: Afecta a las organizaciones de cualquier tipo. 

 Ser resiliente tiene una serie de beneficios: 

  • Las personas que cultivan esta cualidad tienen una mayor autoestima. 

  • Tienen un comportamiento optimista. 

  • Afrontan todos los retos que se les presentan. 

  • Físicamente son más fuertes y sanos. 

  • Consiguen el éxito en los estudios y trabajos. 

  • Tienen relaciones satisfactorias con otras personas

  • Tienen menos tendencia a la depresión. 

Como vemos la resiliencia es una cualidad que conlleva muchas ventajas tanto personales como sociales y laborales. 

Teniendo en cuenta este último aspecto es preciso señalar que estamos en unos momentos en los que los entornos laborales están cambiando y esto supone enfrentar pequeñas situaciones que pueden provocar estrés. 

Una persona que sea capaz de sobreponerse a estas situaciones tendrá ciertas ventajas competitivas con respecto al resto de compañeros. 

Para conseguir esto hay que ser consciente de las propias capacidades, sabiendo en qué circunstancias se puede destacar y en cuáles otras no sucede lo mismo. Así es como se trazan objetivos que se pueden alcanzar, utilizando los recursos de una forma racional. 

Ejemplos históricos de personas resilientes 

La historia nos muestra muchos casos de personajes que debido a su espíritu resistente frente a la adversidad lograron éxitos impensables para otros: 

Nelson Mandela, presidente de Sudáfrica tras 27 años de cárcel 

Nelson Mandela luchó por los derechos de la población sudafricana de color lo que le llevó a la cárcel durante 27 años. 

Cuando salió de ella encabezó un movimiento político con el que consiguió ganar las elecciones con un programa que suponía la reconciliación social y política del país terminado, con el apartheid. 

Stephen Hawking, cerebro privilegiado en un cuerpo con ELA 

Diagnosticado de ELA en su juventud y desahuciado por los médicos, Stephen Hawking siguió con sus estudios de física hasta convertirse en una de las voces más reconocidas mundialmente en esa materia a pesar de tener que vivir en su silla de ruedas y hablando a través de un aparato electrónico. 

Mark Inglis: Subir a la cima tras perder las piernas 

Este guía de montaña neozelandés estuvo 14 días atrapado cuando ascendía el Monte Cook. El frío era tan intenso que se le congelaron las piernas, por lo que cuando lo rescataron tuvieron que amputárselas a la altura de las rodillas. 

Le dieron unas piernas prostáticas metálicas y llegó a dominarlas de tal modo que años después logró subir a esa cima en la que casi muere. 

Malala Yousafzai, gran defensora de la educación femenina 

Malala Yousafzai era una joven paquistaní que montó un blog a los 12 años explicando cómo iba a estudiar reivindicando ese derecho para las mujeres de su país. 

Todo ello hizo que un grupo terrorista quisiera asesinarla, lo que estuvo a punto de ocurrir en el mismo autobús escolar que la transportaba, cuando dos miembros de sus miembros le dispararon en la cabeza y el cuello en el año 2012. 

Tras varias cirugías, un implante de titanio en el cráneo y un dispositivo auditivo en el oído izquierdo, fue dada de alta. 

A pesar de todo lo vivido, siguió con su formación, fue nominada al Premio Nobel de la Paz, galardonada con el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia durante 2013. 

En 2014 recibió el Premio de Convivencia Miguel Broseta y el Nobel de la Paz. 

Hoy continúa su lucha por una educación igualitaria para mujeres y hombres. 

Adriana Macías y el buen manejo de los pies 

Adriana nunca se acostumbró a usar prótesis a pesar de que los médicos le decían que nunca sería una persona autónoma solo con el manejo de sus pies. 

Durante la adolescencia vivió momentos muy malos debido a que pensaba que nunca podría fundar una familia por el hecho de no tener brazos. 

Sin embargo, estudió Derecho, Oratoria y Redacción y empezó a dar charlas de motivación y superación por todo el mundo. Ha escrito dos libros y es capaz de maquillarse, escribir y coger cosas. 

Además tiene familia y es madre con todo el orgullo que eso supone. 

Nuria del Saz, cuando la discapacidad visual no es un problema 

Ha estudiado ciencias de la información y es escritora. Antes de terminar sus estudios ya trabajaba en Canal Sur, además de intervenir en tertulias diversas. 

Recibió premios tan importantes como el “Clara Campoamor” en 2005 y “Periodismo Joven” en 2006. 

Ha escrito libros de poesía como “Alma Atrapada” y “Paraíso Íntimo” y en 2013 una obra narrativa titulada “A ciegas por Manhattan”. 

Hoy sigue trabajando y disfrutando como demostración de que se puede conseguir lo que uno se proponga en esta vida. 

Ejemplos de resiliencia en Fundación Integralia 

En Fundación Integralia tenemos grandes ejemplos de resiliencia. Vamos a mostrar algunos que demuestran que los objetivos en la vida se los marca uno mismo. 

Noemí Arrieta Martínez, mujer con discapacidad y directora del Centro de Fundación Integralia en Zaragoza 

Con solo 7 años sufrió un accidente de esquí en el que fue arrollada por un esquiador que le triplicaba en peso y que le produjo daños en las terminaciones del plexo braquial izquierdo con pérdida de sensibilidad y movimientos en su brazo izquierdo. 

A pesar de todo ello, estuvo muy apoyada por su familia y el colegio. En la universidad estudió periodismo y empezó a trabajar en El Periódico de Aragón demostrando en las pruebas que le hicieron para entrar que con una mano era capaz de escribir con igual de deprisa que los demás compañeros de redacción. 

Después trabajó en el área de comunicación de una empresa hotelera y en una franquicia de perfumes. 

Tras esto se encontró con Fundación Integralia y entró a trabajar en su Área de Marketing Digital. Empezó a conocer a otras personas que tenían distintos tipos de discapacidad. 

Después de un tiempo en el que el grado de implicación de Noemí fue creciendo se produjo una vacante para dirigir el centro especial de empleo de Zaragoza y ella fue la persona elegida por Cristina González directora de la Fundación. 

Y esa es la labor que desarrolla actualmente con gran éxito puesto que el centro de Zaragoza ha ido creciendo exponencialmente en puestos de trabajo. 

Javier de Oña, pese a su discapacidad es subdirector de Integralia y se presenta al Consejo Rector del IMPD 

Javier de Oña es una de las personas que más ha trabajado por los derechos de las personas con discapacidad. Es subdirector de la Fundación Integralia y ahora se presenta al Consejo Rector del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad que depende del Ayuntamiento de Barcelona. 

Todo ello pese al accidente de tráfico que sufrió en su juventud y que le produjo secuelas graves que lo mantienen en una silla de ruedas. 

Fue en 1998, pero en el año 2000 fue una de las primeras personas en trabajar en Fundación Integralia y desde entonces ha contribuido de manera decisiva en su crecimiento y hoy trabajan en ella más de 500 personas, además de mejorar la empleabilidad de otras 4.500. 

La resiliencia es una de las cualidades común en todas estas personas quienes han sido capaces de sobreponerse a esas situaciones límite vividas, logrando objetivos verdaderamente admirables debido a su esfuerzo y empeño.