Talento Diverso

El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

10 habilidades que debes buscar en un nuevo directivo

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Un alto cargo de empresa suele tener bajo su mando a un grupo de personas a las que debe dirigir para lograr objetivos propuestos. No es una tarea fácil, pero sí apasionante; para ello esta persona debe tener ciertas habilidades, experiencia y una robusta formación. Vamos a encontrar 10 habilidades que debes buscar en un nuevo directivo.

Liderazgo

Una cualidad importante y que supone un éxito para las empresas es tener directivos con capacidad de liderazgo. Solo así se consiguen aunar los esfuerzos de un equipo de personas en aras de lograr un objetivo concreto.

El líder se gana el respeto del equipo tanto por sus conocimientos, que debe ser el referente para resolver las posibles dudas, como por la manera de gestionar el grupo, distribuyendo las funciones, supervisando el trabajo y marcando la línea de trabajo y prioridades.

La motivación es una característica que debe imperar sin necesidad de usar medios coercitivos. El directivo debe actuar como un coach que descubra las cualidades de cada integrante potenciándolas e instruyendo a todos en la forma de llegar a la meta.

Capacidad de delegar

Un buen líder debe ser capaz de delegar en miembros de su equipo y que se hagan responsables del buen término de determinadas funciones.

Delegar determinadas funciones supone confiar en el equipo, considerando que son capaces de llevarlas a cabo. Una buena gestión de la confianza motivará al equipo y responderá satisfactoriamente para poder tener un reporte positivo del líder.

Si el proceso de delegación se ve reforzado por un sistema de reportes de tareas el líder podrá seguir todos los progresos del proyecto.

El directivo es, al final, el responsable del éxito o fracaso de lo que pase, por lo que se debe elegir bien lo que se delega y a quién se confía el trabajo a realizar.

Habilidades de comunicación

La facilidad de comunicación es otra de las cualidades indispensables tanto oral como por escrito. También se debe tener en cuenta cómo gestionar a los equipos de trabajo en remoto, ya que supone unos procedimientos distintos a la actividad laboral presencial.

Esta modalidad llamada también teletrabajo, provoca un mayor aislamiento, al tener durante largos periodos de tiempo falta de contacto presencial, por lo que hace necesario un seguimiento y contacto frecuente para coordinar la actividad y que cada persona se sienta acompañada en todo momento.

Además es preciso saber adaptarse a todo tipo de interlocutores: superiores, subordinados, clientes, proveedores, accionistas, etc.

También hay que elegir el medio así como el momento y las formas, para asegurarse de que se realiza de forma clara y comprensible.

Y algo que resulta importante es saber escuchar y tener un buen control del lenguaje no verbal lo que afianza las habilidades comunicativas de los directivos.

Resiliencia

Resiliencia es la capacidad que tenemos los seres humanos para adaptarse a situaciones estresantes, difíciles y complejas, afrontándolas para después superarlas.

Un buen directivo debe saber cuándo se está ante una adversidad que puede afectar al objetivo, cuándo hacer partícipes de lo que sucede a los miembros del equipo, a la vez que motivarlos para solucionarla cuando sea necesario.

No se puede parar ante este tipo de situaciones, por el contrario hay que sobreponerse lo más rápido posible y continuar con el trabajo.

Hard skills – habilidades técnicas

La persona que dirige al equipo debe ser una referencia para cada uno de sus integrantes aportando sus conocimientos, experiencias y otras capacidades que ayuden a solucionar los problemas.

Es importante que sepa distribuir y supervisar las diferentes tareas que recaen sobre ellos para que todos estén seguros de la sistemática con que se desarrolla el proyecto.

Resolver problemas

Lo ideal es anticiparse a cualquier problema que pueda surgir para evitar sus efectos. Pero esto no siempre se puede lograr por lo que los directivos deben ser capaces de solucionar los que puedan darse de manera que no tengan excesivas consecuencias y lo hagan de forma óptima.

Un líder ha de saber desatascar situaciones antes de que se enquisten y puedan dar al traste con el éxito del proyecto.

Esa capacidad para resolver problemas será la que permitirá al equipo seguir avanzando.

Empatía

La empatía es la capacidad de percibir, compartir y entender lo que otra persona pueda sentir; es una habilidad necesaria cuando se dirige un equipo y que facilita ponerse en el lugar de cualquiera de sus miembros.

Un conocimiento detallado de cada persona que compone el equipo, tanto a nivel profesional como a nivel personal, ayudará a conocer sus dificultades y fortalezas, facilitará la gestión de los posibles conflictos y permitirá desarrollar todo el potencial.

Por ello, además de las reuniones formales sobre materias relacionadas directamente con el trabajo, es importante crear espacios distendidos donde puedan exponerse otras circunstancias que les pueden influir o no en el trabajo.

Un líder es capaz de modular su discurso en función de la persona con la que se comunica, poniéndose, si es el caso, en su lugar. De esta forma se desarrolla una buena comunicación que mejora las posibilidades de obtener los objetivos deseados.

La manera en la que los directivos se relacionen con sus colaboradores sienta las bases para que exista un buen clima laboral, logrando relaciones consistentes con las que se refuerzan los lazos creados entre los integrantes del equipo.

Habilidad para gestionar el cambio

La tecnología nos impulsa a estar continuamente formándonos porque todo cambia más rápido de lo que podemos asimilar.

Los directivos deben ser capaces de liderar esos cambios para que el grupo se adapte a las nuevas situaciones que se producen debido a los desafíos que conlleva la digitalización en las empresas.

Habilidad para la estrategia

Una buena estrategia hace que se consiga el éxito y esto lo debe saber la persona que dirige el equipo. Ha de ser un buen estratega y planificar la ruta para alcanzar esos objetivos que se definieron cuando el proyecto se creó.

Un líder que posea esta habilidad ha de ser intuitivo, creativo y debe tener visión para planificar. No puede quedarse simplemente en tareas ejecutivas en las que se puede perder una comprensión global de la empresa.

De ahí que sea muy importante alejarse de vez en cuando de este tipo de trabajo y pueda contemplarlo todo a vista de pájaro.

Los objetivos de los proyectos tienen que estar alineados con las estrategias superiores de la organización.

Es importante no trabajar de manera aislada, sino que tiene que existir una vinculación con el resto de departamentos para contribuir al crecimiento y mejora de la empresa.

Saber recompensar los logros de los miembros de su equipo

Las personas que componen el grupo se encontrarán más motivados si se sienten valorados. Recompensar el esfuerzo que invierten para conseguir el éxito que repercute en la empresa por parte del directivo supondrá que ellos seguirán dando lo mejor para lograr los objetivos propuestos por el líder.