El horario flexible en el trabajo es una de las cuestiones más debatidas desde hace tiempo, ya que lleva a plantearse temas como la conciliación entre vida laboral y familiar, entre otras cosas. Además de esto se trata de mejorar el rendimiento aprovechando las horas más productivas de cada persona.
La evolución en el desempeño de los puestos de trabajo ha llevado a una progresiva implantación de la flexibilidad horaria. La tradicional exigencia de un horario estricto y fijo para todas las personas trabajadora sin distinción, ha decaído en favor de la adaptación de la jornada a las necesidades de la actividad, del puesto y de la conciliación personal y familiar.
Además, en la actual época de pandemia, ha sido una de las medidas impuestas en las empresas por necesidad de evitar grandes concentraciones de personas a la entrada y salida de los centros de trabajo, descubriendo los beneficios de dicha medida, como son, por ejemplo, evitar que todos los desplazamientos al trabajo y de vuelta a casa, se produzcan a la misma hora, mejorando de esta manera el tráfico, disminuyendo los atascos y la alta concentración de personas en el transporte público en la llamada «hora punta».
¿Qué dicen las leyes sobre el horario flexible? Art 34 Estatuto de los Trabajadores
Mediante el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, se reguló la flexibilidad horaria en lo que comúnmente se llamó «jornada a la carta», mediante la modificación del apartado 8 del art. 34 del Estatuto de los Trabajadores, estableciendo para hacer efectivo el derecho a la conciliación de la vida familiar y laboral:
• El derecho a adaptar la duración y distribución de la jornada y también la ordenación del tiempo de trabajo.
• y la forma de prestación, incluido el trabajo a distancia.
Para ello, es necesario llegar a un acuerdo con la empresa, teniendo en cuenta la valoración de la «razonabilidad» y la «proporcionalidad», las necesidades de conciliación de la persona trabajadoras y las necesidades organizativas o productivas de la empresa.
La finalidad de la flexibilidad horaria es poder adaptar la jornada sin necesidad de tener que optar por una reducción de jornada, medida a la que se acudía de manera genérica cuando el horario no era compatible con la atención de la vida familiar , debiendo renunciar de esta manera a la parte proporcional del salario.
Sin embargo, la flexibilidad horaria se regula como una posibilidad que estará condicionada por la valoración que se realice de la razonabilidad y la proporcionalidad de ambas partes, a diferencia de la reducción de jornada , regulada en el art. 37.6 del Estatuto de los Trabajadores, que se debe conceder por la empresa de forma obligatoria cuando se cumpla el requisito de «guarda legal de un menor de doce años o una persona con discapacidad que no desempeñe actividad retribuida».
Por tanto, ante la situación de tener un hijo menor de doce años, la reducción de jornada se puede disfrutar sin que exista condicionante alguno y la flexibilidad horaria con las mismas cargas familiares puede ser denegada, atendiendo a la exigencia de realizar un determinado horario como puede ser, por ejemplo, en un comercio abierto al público.
La jornada que se desempeña con flexibilidad horaria incurre en las mismas obligaciones que la jornada fija, como es el registro de la jornada obligatorio de conformidad con lo establecido en el apartado 9 del art. 34 del Estatuto de los Trabajadores, introducido por el Real Decreto-Ley 8/2019, de 8 de marzo en materia de protección social e incentivos del empleo, debiendo la persona trabajadora registrar a diario la hora de inicio y finalización de la jornada de trabajo.
Apartado 9 de este mismo artículo dice que:
«La empresa garantizará el registro diario de jornada, que deberá incluir el horario concreto de inicio y finalización de la jornada de trabajo de cada persona trabajadora, sin perjuicio de la flexibilidad horaria que se establece en este artículo«.
En el año 2019, mediante el Real Decreto-Ley 8/2019, entró en vigor la obligatoriedad de fichar a la entrada y salida del trabajo, la posibilidad de solicitar la adaptación de la jornada laboral por parte de los empleados, sin perjuicio de la posibilidad de que exista el horario flexible dentro del trabajo.
Digamos que aunque se puede mejorar la redacción de este último texto legal, queda claro que está reconocida la posibilidad de la flexibilidad en el horario laboral.
Flexibilidad horaria en el trabajo ¿Qué es exactamente?
La flexibilidad horaria laboral supone que un empleado pueda trabajar horas que son distintas de las de comienzo y finalización habituales de la empresa.
De esta forma, se puede encontrar un equilibrio entre la vida laboral, personal y familiar al establecerse cierta autonomía en los horarios laborales.
Este horario flexible depende de ciertos factores, debido a que el servicio tiene sus propias obligaciones que es necesario respetar.
Por ejemplo, si los trabajadores tienen la suficiente disponibilidad para cubrir todas las necesidades de sus ocupaciones y aquellas que afectan a los clientes.
La flexibilidad más frecuente que se ha establecido por las empresas de forma genérica es disponer de un horario flexible de entrada y salida, es decir, se puede comenzar a trabajar por ejemplo de 7:00 a 9:30 horas de la mañana y terminar la jornada de 16:00 a 18:30 horas de la tarde.
En cualquier caso, hay que señalar que es muy importante llegar a un acuerdo con el empleador, valorando las necesidades de la persona trabajadora y la atención de la actividad en la empresa, de manera que la flexibilidad horaria no suponga una desatención de las funciones.
La jornada de trabajo, que es el tiempo que la persona trabajadora dedica a realizar la actividad para la que ha sido contratado, tiene unos determinados límites, siendo aplicable a todo tipo de jornadas, ya se fija o flexible, presencial o en teletrabajo, lo establecido en el art. 34 del Estatuto de los Trabajadores, sin perjuicio de lo establecido mediante Convenio Colectivo, por regla general:
• La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo serán cuarenta horas semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual.
• Entre el final de una jornada y el comienzo de la siguiente mediaran, como mínimo doce horas.
• El número de horas ordinarias de trabajo efectivo no podrá ser superior a nueve diarias.
Además, se deben respetar los descansos entre jornada, los límites del trabajo nocturno y demás límites de la jornada cuando se realiza también con jornada flexible.
La jornada, como el resto de condiciones en que se desempeña el puesto, debe ser comunicada al Servicio de Prevención para realizar la correspondiente evaluación de puestos de trabajo y establecer medidas preventivas en caso de jornadas nocturnas, jornadas especiales o realizar nuevas evaluaciones de los puestos en aquellos que se desarrollan en la modalidad de teletrabajo.
Horarios flexibles que existen. Tipos
Lo primero que conviene tener en cuenta cuando se habla de horarios flexibles es que hay que trabajar las horas requeridas, aunque hablemos de semanas comprimidas o distintas horas de comienzo y parada.
Existen distintos tipos de flexibilidad horaria:
• Semana laboral reducida con horario comprimido: En este caso se comprimen las horas laborales en un menor número de días. Un ejemplo sería trabajar 10 horas durante 4 días a la semana, lo que les daría 3 días de descanso.
Así, habría un día adicional para compaginar la vida personal con la laboral, lo que serviría para resolver asuntos que no se pueden solucionar en un fin de semana y otras actuaciones que necesitan un día laborable para su atención.
A pesar de los avances que se han producido en los últimos años en cuanto a los cambios de jornada y el modo de trabajar, la jornada semanal de 4 días todavía está en un horizonte muy lejano en España.
• Ajustar las horas de trabajo: Se produce una modificación de las horas de trabajo en función de sus necesidades. Aunque, desde luego, las horas establecidas deben ser cumplidas.
El empleador tiene diversas opciones para garantizar que todas los planes están cubiertos, realizando un trabajo completo, con los objetivos plenamente logrados.
• Teletrabajo: Para esta modalidad de flexibilidad horaria se requiere el apoyo de la tecnología mediante redes VPN, videoconferencias para realizar reuniones y otros dispositivos que garanticen un pleno desarrollo de la actividad laboral.
• El trabajo a tiempo parcial: el contrato de trabajo se establece por un número de horas inferior a la jornada completa.
Es importante distinguir entre jornada a tiempo parcial y la jornada reducida, porque aunque en ambos casos supone una disminución de horas de trabajo respecto de la jornada completa, en la jornada a tiempo parcial el número de horas se determinan en el contrato de trabajo, no pudiendo la persona trabajadora modificarlo, sin embargo, la persona que opta por la reducción de su jornada, continúa con un contrato a jornada completa, pero de forma temporal realiza una jornada inferior y la puede revertir en cualquier momento.
• Flexibilidad vacacional: Para que esto se pueda dar bien es necesario cumplir ciertos requisitos antes de tomar los días de descanso. A veces sucede que un proyecto ocupa más tiempo del esperado y eso puede influir en los periodos vacacionales.
Pautas para establecer un horario flexible
Para comenzar a implementar un horario flexible en la empresa hay que establecer unas pautas que se deben seguir y que incluyan a todos los empleados.
Nunca debe haber una discriminación parcial, más bien ha de ser un planteamiento plenamente coherente.
Para ello es preciso documentar cómo se va a llevar a cabo esta política de horario laboral flexible. Así todos los empleados podrán acceder a los términos establecidos de manera sencilla cuando surja cualquier duda.
El trato con el personal es muy importante para que no existan problemas que desemboquen en un ambiente de trabajo hostil. Es necesario comunicarse con los empleados de forma clara.
Cuando se implementa un horario flexible la medida de los empleados no son tanto las horas en las que se encuentran en el desempeño de su labor, como en su nivel de producción. Por ello es preciso observar lo que cada uno de ellos aporta a la empresa.
Todos los cambios que conlleven modificaciones en la jornada laboral deben tener en cuenta las necesidades de la empresa y las de los empleados.
En este marco legal se indica que la negociación debe ser colectiva para establecer los derechos de los trabajadores para que no exista discriminación.
Caso de que no exista negociación colectiva con respecto a la flexibilidad horaria, un empleado puede solicitarla a través de un escrito, dándose el plazo de un mes para su negociación.
En el caso de ser denegada la solicitud de flexibilidad de jornada, la empresa tendrá que responder de manera motivada y en todo caso, el trabajador tendrá derecho a iniciar las acciones judiciales correspondientes.
Actualmente y en parte debido al Coronavirus COVID-19, con la pandemia que afrontamos, la flexibilidad horaria, determinada también por la necesidad del teletrabajo, ha sido utilizada de forma temporal por algunas empresas e implantada de forma definitiva por otras, comprobando que no existe una disminución del rendimiento y ayuda a que los trabajadores tengan un mayor nivel de satisfacción en el trabajo.
