Talento Diverso

El blog sobre inclusión laboral para las direcciones de RRHH

Qué es la zona de confort y cómo salir de ella y crecer

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Es un concepto que cada vez es más conocido por las personas. En principio tener cierta tranquilidad en la vida es agradable sobre todo en ciertas etapas y circunstancias. Pero es necesario saber qué es la zona de confort y cómo salir de ella y crecer para desarrollar aptitudes que muchas veces, enterramos sin darnos cuenta.

Qué es la zona de confort, estado mental de comodidad para evitar el riesgo

La zona de confort supone encontrarse en un estado mental y de comportamiento en los cuales la persona se siente a gusto en un determinado modo de vida en el cual no evoluciona, evitando la presión, ansiedad y riesgos con lo que no existe ningún crecimiento vital.

Aunque aparentemente para el sujeto parece un estado cómodo, lo cierto es que resulta negativo debido a que conlleva una aceptación de las cosas que genera un nivel constante en el rendimiento personal y laboral, sin que exista la sensación de riesgo y excitación que conduce a un incremento que produzca resultados positivos.

Razones para salir de la zona de confort

Queda demostrado que aceptar vivir siempre en la zona de confort impide a la persona tener un espíritu de superación.

Pero, si ya esto no resulta muy aconsejable, encima tiene una serie de desventajas:

Falta de progreso que te hará dudar de tu talento

La falta de un progreso en la vida laboral y personal puede hacer que el individuo dude de su talento, competencias en el trabajo, habilidades de todo tipo y demás aptitudes que contribuyen a su estabilidad.

Pero al estar rodeados de personas habrá detalles que le indiquen que los demás sí evolucionan, mientras él se encuentra siempre en el mismo lugar dando lugar a una pérdida de confianza en sí mismo.

Esto último es peligroso porque puede afectar finalmente al rendimiento cayendo en picado y llevando a un profunda depresión.

Evitará que avances y progreses

Quedarse en la zona de confort supone aceptar un modo de vida que evitará avances y progresos.

No intentar huir de ello, acabará limitando la carrera profesional, aunque se tengan grandes cualidades, conocimiento y talento.

Te aleja de tus metas y sueños

En este estado, la persona limita totalmente sus fines y se orienta exclusivamente hacia aquello ya establecido olvidándose de sueños y objetivos.

La satisfacción y los sentimientos de autorrealización se pierden, por causa del rechazo que supone aceptar cualquier riesgo. Esto sucede en ocasiones incluso de forma inconsciente sin tener en cuenta las metas que se podrían alcanzar con otro estado mental.

Falta de asunción de responsabilidades

Un trabajo, sea un negocio propio u otro tipo de entorno laboral, plantea nuevos retos, responsabilidades y riesgos que pueden conducir hacia una posición más ventajosa a través del crecimiento.

Pero sin salir de la zona de confort, esto no sucederá; es más no habrá forma de asumir las nuevas posibilidades que se ofrezcan al mantenerse en un estado de quietud que puede llegar a provocar una involución en todos los sentidos.

Salir de la zona de confort forma parte de la evolución y desarrollo de la persona. Durante las distintas etapas de la vida se van creando nuevas necesidades y expectativas y pasar de unas a otras significa realizar algo diferente a lo hecho hasta ese momento.

Y en esas transiciones se generan ciertos miedos e inseguridades que pueden crear algunas dificultades.

Todo ello forma parte de la condición de las personas adultas que deben tomar decisiones e ir asumiendo responsabilidades mientras evolucionan.

Cuando alguien en su vida privada ha tenido que asumir cambios de cierta relevancia, como, por ejemplo, un cambio de residencia a otro país, hacerse cargo de compromisos familiares, superar una grave enfermedad, etc. Repercutirán en su entorno laboral de forma positiva.

Esas experiencias le facilitarán la toma de decisiones, la asunción de responsabilidades más relevantes o tener una mayor flexibilidad y resiliencia.

Desperdicio de tiempo y oportunidades

Hay una cosa que en la vida no se puede comprar ni recuperar y es el tiempo. Establecerse en una zona de confort puede cercenar una etapa de vida que podría haber sido apasionante si se hubiesen aprovechado esas oportunidades que se presentaron.

Hay muchas razones por las que conviene salir cuanto antes de la zona de confort o uno puede acabar en un pozo muy hondo del que cada vez será más complicado salir.

Consejos y Aptitudes a desarrollar para salir de la zona de confort

Vistas las consecuencias que tiene permanecer en la zona de confort, lo mejor que se puede hacer es intentar salir de ella. Cambiar determinadas actitudes es definitivo.

Consejos

Asume que la vida tiene riesgos

Y precisamente por eso la capacidad de decidir es esencial. Hay que buscar la solución más real con una visión lo más objetiva posible.

El cambio genera incertidumbre

Es normal que esto ocurra, pero es bueno porque es una manera de evolucionar. Se produce cierta excitación y curiosidad por lo que se va a afrontar y esas son sensaciones positivas.

Plantéate nuevos retos

Hay que ir avanzando, aunque sea poco a poco, planteándose metas a corto plazo que luego podrán ser más complejas. Hay que felicitarse por ello.

Aptitudes

Potenciar ciertas aptitudes ayuda a salir de la zona de confort.

Curiosidad intelectual

Interesarse por nuevos campos, temas y disciplinas y tener curiosidad hace que la persona se arriesgue, esforzándose por innovar.

La inquietud por conocer las últimas tendencias de su actividad, la formación continua, participar en cursos, webinar, foros, etc. Son claros indicadores de que la persona tiene necesidad de seguir aprendiendo y continuar mejorando profesionalmente.

Esto puede ser un desencadenante para salir de la zona de confort, que como decimos es un estado mental en el que reina la apatía y el conformismo.

Creatividad

Crear es sinónimo de emprender, innovar, pensar y buscar. Todos estos conceptos se oponen radicalmente a la zona de confort.

La capacidad de detectar necesidades, crear ideas que las solucionen y que mejoren los sistemas existentes hasta ese momento, representan un inconformismo con lo que ya existe y la constante búsqueda de mejoras.

Es una aptitud que permite visualizar lo que hay que hacer para dar un giro positivo a la vida.

Habilidades sociales

Fomentar las habilidades sociales supone ser receptivo con las personas, interactuando con ellas generando inquietudes en busca de nuevos objetivos.

La comunicación es esencial para afrontar retos. Dentro del entorno laboral se debe estar abierto a escuchar y aprender, de ahí que sean muy necesarias las habilidades sociales.

Es preciso relacionarse de forma agradable y receptiva con las personas que estén en ese entorno, porque las aportaciones que puedan realizar o sus distintos puntos de vista suponen un enriquecimiento profesional.

Ser racional con un punto de riesgo y optimista ante los nuevos proyectos que se van a acometer.