Qué es la gestión del talento humano
La clave para que una empresa se acerque cada vez más o logre sus objetivos, es la gestión del talento humano. Es decir, se trata de un proceso constante que supone el atraer, contratar, capacitar, gestionar y retener a empleados y empleadas de alta calidad, desarrollar sus habilidades y motivarlos continuamente para impulsar su desempeño.
El objetivo será crear y mantener una fuerza laboral motivada y sólida que permanezca en la empresa a largo plazo. Una buena gestión del talento humano aumenta considerablemente el valor de la plantilla.
Para que esta gestión sea eficaz debe aunar tres claves importantes: asignación rápida del talento, que los empleados tengan una experiencia positiva y un departamento de recursos humanos estratégico y con un modelo práctico y exitoso.
Todo ello supondrá beneficios para la empresa como mejorar el rendimiento, continuar siendo competitiva, incentivar la innovación, formar equipos productivos, disminuir la rotación, crear una marca de empleador sólida, y motivar que otros empleados y empleadas quieran crecer profesionalmente.
Ahora, vamos a ver cuáles son las partes de un buen modelo de gestión del talento.
Partes de la gestión de talento
No existe un modelo de gestión estándar, pero algunos profesionales de RR. HH. han propuesto diferentes modelos que son muy buenos a la hora de su gestión.
Sea cual sea el modelo elegido, lo cierto es que este deberá incluir lo siguiente:
Planificación: lo primero es que el modelo de gestión esté alineado con los objetivos de la empresa, de esta forma, el reclutador conocerá perfectamente qué tipo de empleado o empleada necesita, y sabrá describir con exactitud el puesto.
Atracción: es la fase de búsqueda de los mejores talentos a través de los diferentes canales utilizados como bolsas de trabajo, redes sociales y bases de datos de reclutamiento.
Revisión: se llevará a cabo la lectura de los currículos y la selección de los candidatos y candidatas.
Selección: decidir qué candidatos y candidatas avanzan en el proceso.
Captación: Una vez realizada la selección, se ofrece una oferta laboral a los candidatos y a las candidatas.
Incorporación: las nuevas incorporaciones pasan una etapa de orientación para familiarizarse con la empresa.
Desarrollo: capacitación del trabajador o trabajadora para desarrollar sus habilidades y sus deberes laborales.
Retención: es el momento de construir una relación de retroalimentación, ofreciendo a los trabajadores y trabajadoras la oportunidad de que puedan crear una carrera dentro de la empresa, de que sientan que están en un lugar de trabajo agradable y en una organización que los tiene en cuenta.
Transición o cambio de estado: después de desarrollar sus habilidades, la empresa debe ofrecer un plan para mover a la plantilla, bien sea de traslado a otro departamento, oficina o función, en el que los empleados y empleadas necesitan saber el porqué.
Los desafíos de la gestión de talento humano
Llevar a cabo una gestión del talento en una empresa no es fácil. Puede existir desmotivación, descontento, personas empleadas que no encajen bien en la empresa…
Para potenciar el talento es necesario desarrollar un plan individual de carrera, donde se personalice la formación, promoción y trayectoria en la empresa de cada persona trabajadora, atendiendo a sus inquietudes.
Para la retención del talento es necesario que las personas trabajadoras se encuentren desarrolladas y felices en su puesto de trabajo, para ello, es importante tener una progresión o evolución dentro de la empresa, que sean reconocidos los logros conseguidos, que tengan definidos los objetivos y se sientan partícipes de los mismos, que exista un buen ambiente laboral y condiciones laborales acordes con el desempeño.
Estos problemas pueden deberse a:
- Estrategias de contratación incorrectas
- Falta de experiencia tecnológica
- Un liderazgo deficiente
- Rotación elevada de empleados
Como puede un reclutador ayudar a solventar los problemas del manejo de talento
La forma en la que el reclutador puede ayudar a solventar los problemas en la gestión del talento es evitando los problemas causantes.
Para ello, lo importante será contar con:
- Una buena estrategia de contratación: su trabajo como reclutador es seleccionar y contratar a los mejores candidatos, dedicando el tiempo que sea necesario para atraer talento y convencerlo de que trabaje en la empresa.
- Experiencia con la tecnología: utilizando la automatización con software de reclutamiento en el proceso de selección, contratación y seguimiento, conseguirá acelerar el proceso y una mayor objetividad.
- Tener un liderazgo eficaz: si la empresa cuenta con buenos líderes y gerentes adecuados, obtendrá mejores resultados. Además, estos últimos conocerán mucho mejor qué tipo de empleado o empleada necesitan, así como sus cualidades necesarias de dicha candidatura.
- Minimizar la rotación de empleados: las evaluaciones previas, durante el proceso de selección, deben ayudar a saber si el candidato o candidata encajará bien o no con la cultura de la empresa.
La rotación se comienza a reducir en el proceso de contratación, dedicando más tiempo en conocer a los candidatos y candidatas, sus objetivos y calificaciones, asegurándose de que estén satisfechos.