La motivación en el trabajo es uno de los aspectos más importantes para el éxito laboral. Los trabajadores necesitan convivir en un ambiente agradable para que sean proactivos. Pero esto hay que conseguirlo mediante una planificación en la que los aspectos cualitativos estén por encima de los cuantitativos.
Qué es la motivación laboral
La motivación en el trabajo quiere decir que los empleados están implicados en el proyecto laboral, para el que ofrecen un rendimiento máximo, manteniendo el compromiso de conseguir los objetivos de negocio que la empresa se ha propuesto.
Se trata de conseguir una productividad óptima, pero para ello es necesario que el equipo de trabajo funcione bien engranado y que cada persona se considere realizado en el puesto de trabajo que ocupa.
Solo de esta forma un empleado se considerará parte de la organización y dará todo por ella.
Tipos de motivación laboral
Podemos tipificar la motivación para trabajar de varias maneras:
- Motivación a partir de factores internos: Es la que siente de forma personal el trabajador debido a que se siente satisfecho con sus cometidos.
- Motivación a partir de factores externos: Aquí hablamos de elementos que influyen en el empleado, como puede ser el aumento salarial o un reconocimiento manifestado públicamente. Son incentivos para que la motivación del trabajador se sitúe siempre de forma positiva.
Cómo es el estímulo que percibe el sujeto:
- Motivación positiva: Hablamos de premios y recompensas.
- Motivación negativa: En este caso se trataría de motivación debida a castigos o amenazas.
Según la necesidad:
Motivación primaria: En la que el individuo busca satisfacer sus necesidades básicas.
Motivación social: El trabajador busca ser aceptado dentro de un grupo social determinado.
¿Cómo aplicar la motivación en la empresa? Técnicas de motivación laboral
Las empresas quieren implementar la motivación laboral mediante diferentes técnicas para conseguir sus objetivos:
- Incentivos: Conseguir los objetivos debe tener un reconocimiento en forma de premios que pueden ser económicos o mediante un viaje o unos días de permiso.
- Promoción laboral: Un empleado siempre se sentirá incentivado si ve que su trabajo tiene la recompensa de conseguir un ascenso dentro de la empresa, además de que eso repercute en una subida salarial.
Es preciso dejar claro cuáles son los objetivos y las funciones de los trabajadores: Cada persona ha de saber sus funciones, objetivos tanto personales como dentro de un equipo y los que son de la empresa. - Estructuración correcta de la plantilla laboral: Adjudicar a cada individuo el puesto de trabajo que corresponde, sus funciones y competencias para lograr equipos motivados.
- Formación: Una organización debe dar la formación precisa a sus empleados para que consigan promocionar y, así, tener una motivación constante.
- La importancia de tener motivación para trabajar
La motivación para trabajar es uno de los principales factores que mueven el desarrollo empresarial. Actualmente con una pandemia mundial y el teletrabajo que se está imponiendo en muchas empresas, muchas personas tienen una sensación de mayor soledad, menor socialización debido a no desplazarse habitualmente a su centro de trabajo, etc.
Pero siempre es necesaria esa motivación por multitud de razones:
- Si un empleado está motivado rendirá más y mejor si se encuentra bien en su puesto de trabajo.
- Se siente más integrado en la organización.
- Debido a esa motivación a la persona le surgen ideas que son transmitidas a jefes y superiores inmediatos.
- Todo ello redundará en una mayor productividad que se traducirá en éxito para el negocio.
- Los trabajadores gozarán de un mayor reconocimiento tanto en lo personal como en la parte profesional.
- Se reducen las posibilidades de que los empleados elijan otros destinos empresariales a consecuencia de que se encuentran a gusto en esta organización.
- La imagen de empresa mejora al valorar de manera apropiada a su capital humano.
- Con todo ello se atraen nuevos talentos, logrando retener los que ya están mediante estrategias en ambos sentidos.
- Mejora la competitividad empresarial.
Qué hacer si no estoy motivado en el trabajo
La crisis sanitaria y económica que afecta a todos los países puede hacer que exista una desmoralización general en muchos trabajadores, debido a las dudas que suscita la conservación del empleo, por ejemplo.
No obstante, la falta de motivación en el trabajo no es de ahora; siempre existen empleados que pueden estar desmotivados por distintas causas, lo que los lleva a la apatía y a la no realización de sus funciones correctamente.
El estancamiento laboral, la falta de incentivos, mala comunicación, pobre clima laboral, salarios bajos, etc. Son causas frecuentes de la falta de estímulos en el trabajo, que termina por tener consecuencias en la empresa.
Para evitar esto hay que aplicar una serie de medidas que actúen y consigan motivar a los trabajadores:
- Adecuación del trabajador a su puesto. Hay que contratar personas que estén preparadas para la tarea que van a realizar, que se sienta seguro y cómodo en el ejercicio de sus funciones.
- Integrar a los nuevos empleados. Hay que procurar que se sientan parte de la organización y, así, lograr un buen ambiente laboral que genere optimismo y ganas de cumplir con las tareas asignadas.
- Marcar unas metas y objetivos. Tanto a nivel personal como de equipo con el fin de que el bien común sea el fin de todo ello.
- Una valoración salarial justa. Que no haya agravios comparativos entre personal del mismo nivel. Aportar incentivos económicos puede ser una medida que favorezca el compromiso.
- Implementar un sistema de incentivos y premios. Pueden ser económicos o en forma de días extras de vacaciones, viajes, regalos, etc.
- Mejorar las condiciones de trabajo: Ayudar a los empleados proporcionando las herramientas que necesiten para que puedan desarrollar su labor de forma eficiente. Otra medida puede ser dotar a la oficina de un office con su nevera, cafetera y microondas para poder comer o relajarse durante los periodos de descanso.
- Evaluar el rendimiento profesional: Para saber si la productividad es la adecuada, quizá lo mejor es tener un software en el que el mismo trabajador puede comprobar y mejorarla.
- Guiar a las personas: Un buen líder es capaz de sacar lo mejor de sus trabajadores y debe esforzarse en saber cuáles son las razones que llevan a una persona a trabajar en la empresa.
- Utilizar la presión justa: No hay que presionar siempre y en todas las ocasiones. Lo adecuado es hacerlo cuando sea preciso para que el empleado dé su mejor versión.
Como podemos ver existen muchas herramientas para mejorar la motivación laboral de los trabajadores que se deben implementar de manera consciente, pero racional y. de esta manera, lograr la eficacia, compromiso y éxito tanto de los equipos como en la productividad.