Definición de «perfil competencial»
Cuando se quiere identificar de una forma concreta y objetiva cuáles son los porcentajes de una persona trabajadora en diferentes competencias, sabiendo así cuáles son sus fortalezas y debilidades, deberemos utilizar una herramienta que analice cada una de las competencias.
Es decir, el perfil competencial es la herramienta que realizará el análisis en base a unos tipos o patrones establecidos previamente. A continuación, y una vez se obtenga el resultado, este nos ofrecerá el porcentaje (concreto y objetivo) de cada competencia o habilidad analizada en el empleado o empleada.
Esto permitirá aprovechar al máximo sus habilidades y competencias, así como destinar los recursos que sean precisos para potenciar aquellas en las que presente más debilidad.
Por qué es importante para la empresa
Los nuevos requerimientos en el entorno empresarial se dirigen inexorablemente al trabajo por competencias, sobre todo cuando hablamos de empresas que lideran un sector o mercado, desbancando así al modelo tradicional por formación o contenidos. Por eso esta herramienta, dada su finalidad, se utiliza también en los procesos de aprendizaje.
Al analizar las competencias, una a una, en cada persona, permite el poder discriminar competencias de forma individualizada y de esta forma, algo muy importante, no se valora a la persona trabajadora en su totalidad, sino que se analiza (de forma individual) en cada una de las áreas en las que trabaja.
El resultado es que podemos destinar a la persona trabajadora a un puesto en la que destaque por sus competencias concretas, lo que permitirá que sea más eficiente, productiva y rentable para la empresa. También permite dar preferencia entre una persona y otra porque una tenga una(s) competencia(s) más acorde al puesto.
Qué incluye el perfil competencial
Después de conocer qué es y por qué utilizarlo, vamos a centrarnos en lo que puede incluir.
Partiendo de la información básica, formación reglada y no reglada, así como de la experiencia de la persona trabajadora, reuniremos otros datos como:
- Sus ambiciones y objetivos profesionales
- Habilidades empresariales
- Ubicación en el organigrama de la empresa respecto a las demás personas que lo integran
- Denominación del puesto en la empresa
- Condiciones físicas y psicológicas
- Salario que se le retribuye
- Funciones y trabajos para los que está cualificado dentro de la empresa
No obstante, esto son solo algunas cuestiones a tener en cuenta, en un futuro podrá añadirse toda información que pueda ser relevante para la empresa.
Debemos distinguir el perfil competencial con la valoración de puestos de trabajo. El primero, se refiere a personas trabajadoras concretas, mientras que el segundo define los factores o elementos que son necesarios para desarrollar un puesto de trabajo y que todas las personas del mismo puesto deben cumplir, ya sean cualidades educativas, como tener una determinada titulación, conocimiento de idiomas, experiencia, etc. o bien, determinadas aptitudes o habilidades sociales, como la creatividad, capacidad comunicativa o la capacidad para resolver conflictos.
Ventajas que aporta a la empresa
Contar con los perfiles competenciales de la plantilla también nos aporta valor en la empresa en tres áreas muy importantes: personas, finanzas y producción; todo ello porque permite la optimización en:
- Selección de candidato o candidata para un puesto vacante: muy útil en la toma de decisiones, sobre todo ante candidatos con una formación y experiencia similar. El perfil competencial permitirá elegir a la persona con las competencias adecuadas para dicho puesto.
- Promoción interna de la plantilla: permitiendo la elección en base a las competencias de la persona adecuada a cada puesto.
- Asignación de tareas: ayudará a potenciar a la persona trabajadora, centrando los objetivos y las instrucciones de cada tarea asignada en base a la forma de trabajo y las habilidades de dicha persona.
- Crear un equipo de trabajo: será la clave para reunir en un equipo a aquellos empleados y empleadas que mejor puedan trabajar juntos.
- Departamento comercial: es clave para poder elegir el perfil competencial más adecuado a cada cliente.
- Mejora el clima laboral
- Ventajas competitivas: respuesta más rápida a los clientes, tiempos más cortos, mejor atención.
- Mejor rendimiento individual y colectivo porque hay más motivación, se potencian sus puntos débiles y aumenta el rendimiento.
- Menor absentismo laboral, lo que evita costes e incide en su reducción.
- Mejor branding e imagen de marca al ser percibida como más sólida y confiable, ya que hay un mejor desempeño y atención al cliente
- Disminución de costes y aumento de la productividad, ya que eleva la satisfacción de los empleados y su motivación.
En resumen, contar con el perfil competencial trae consigo beneficios muy importantes para la empresa, así como para las personas trabajadoras, permitiendo tener una descripción más detallada de cada empleado o empleada, conociendo cuáles son las características personales y profesionales que influyen en el desempeño del puesto, detectar las fortalezas y debilidades, permitiendo a la empresa tener una valiosa información para poder distribuir de forma más correcta las funciones, o delegar responsabilidades, así como completar los conocimientos o formación necesarios en aquellas competencias menos desarrolladas.