¿Qué significa generar «valor añadido»?
En un solo concepto aunamos características y valores añadidos que, aunque no son necesarios, convierten al producto o servicio en más atractivo, llevando así a que el cliente lo adquiera en nuestra empresa y no en la competencia. Este «valor añadido» se genera en la mente del consumidor, tanto en sus expectativas como en sus necesidades.
El valor añadido a través de las personas
Si una empresa quiere aportar valor añadido a sus productos tiene que conocer muy bien el perfil del cliente, y saber así qué le gusta, cómo lo prefiere, en qué entorno, cómo quiere que se lo ofrezcan…, incluso qué beneficios va a lograr a través de su compra.
Pero una forma de dar valor añadido a nuestra empresa es contar con un equipo de trabajo unido, diverso, motivado e innovador, que desarrolle nuevas ideas y modelos de negocio, incluso en la forma de comunicarse con el cliente, con los empleados, siempre a la vanguardia.
Dependiendo de tu sector, el modificar nuestro producto con diligencia, ofreciendo siempre una mejor relación cliente-producto, es un valor añadido, además sirve para mantener constantemente activa y viva la empresa y el espíritu creativo e innovador dentro de ella.
El valor añadido a través de las personas trabajadoras que tienen relación directa con el cliente, da lugar a un conjunto de características uniformes que van a determinar la experiencia del cliente, y que pueden ser: la amabilidad en la atención, la rapidez, la calidad del servicio postventa, la profesionalidad, la imagen, etc. Todas ellas van a formar parte de la identidad de la marca, con independencia de la persona individual que atienda al consumidor.
Cómo crear valor añadido en recursos humanos
Cuando hablamos de aportar valor añadido no nos estamos refiriendo en exclusiva a productos o servicios, también puede ser a un área o departamento de nuestra empresa, por ejemplo, al de recursos humanos. Pero… ¿Cuáles pueden ser las razones por las que este departamento no logra un posicionamiento relevante en numerosas empresas?
Recursos humanos es un área en la que tiene lugar el control del activo más importante de la empresa: las personas. Su gestión es complicada, y los resultados se obtienen a medio o largo plazo, dependiendo de la cultura empresarial o de la calidad directiva. Además, también se implica en decisiones difíciles (despidos, congelación de salarios…), lo que también conlleva una pérdida de reputación interna.
Para crear esa imagen de calidad y diferenciación con el consumidor o cliente de la empresa, es necesario llevar a cabo una determinada política de recursos humanos para que cada persona trabajadora pueda dar lo mejor de sí misma.
Así, desde el reclutamiento, las personas seleccionadas deben estar alineadas con los valores de la empresa, además de tener que realizar la formación necesaria para crear esa atención al cliente en la que se destaquen aquellas características diferenciadoras de la empresa.
Para que las personas trabajadoras puedan ofrecer los productos o servicios con la calidad deseada, deben estar satisfechos con su puesto de trabajo y tener unas condiciones que consideren adecuadas a sus funciones y esfuerzo, debiendo realizar una política de motivación e incentivos continua en la plantilla.
Ejemplos de valor añadido
¿Cómo mejorar y aportar valor añadido en RR. HH.?
- Siendo capaces de poner en valor el trabajo, explicando claramente la contribución aportada
- Aplicando técnicas de comunicación y marketing interno y externo
- Realizando una comunicación proactiva en el mundo digital (Internet, móvil, plataformas, grupos…) con personas y organizaciones con las que se relacionan
- Aprovechando las múltiples oportunidades que ofrece el entorno socioeconómico de incipiente recuperación
- Teniendo en cuenta que serán las personas quienes marcarán más la diferencia
- Sabiendo gestionar lo más potente y valioso que recursos humanos tiene: la ilusión, la diversidad y el talento de cada empleado
Para definir qué se debe potenciar como valor añadido en la empresa, será importante analizar y estudiar detenidamente el segmento de clientes a los que se quiere llegar: su media de edad, intereses, hábitos, necesidades, nivel económico, etc.
Cada perfil de consumidor valora unas determinadas características de una empresa o bien de los productos y servicios. Para que una persona trabajadora pueda transmitir los valores de la empresa, la calidad de sus productos o servicios y tener una actitud agradable frente al cliente, debe sentirse bien en su puesto de trabajo y contar con la motivación que le haga intentar mejorar cada día.
Pero es mejor verlo con dos ejemplos, para ello comenzamos con la marca Starbucks, ¿cuál es su propuesta de valor y en qué se basa?
Su propuesta se basa en crear una experiencia única alrededor del consumo del café, integrándola en el día a día del consumidor. Para ello utilizan tres factores: el café, el servicio y el ambiente, convirtiéndose en referentes dentro de su sector.
Otro ejemplo es la red social, Instagram, quienes utilizan un mensaje claro y directo en su web: «Es una forma rápida, genial y divertida de compartir tu vida con amigos y familiares». A esto añaden una foto de la aplicación y otro detalle importante, es gratis.
Por tanto, también podemos destacar tres puntos: un título que transmite exactamente el valor que aporta; un texto corto, pero que explica qué es y cómo utilizarlo; y la palabra gratis, un reclamos fuerte.