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Cuál es el compromiso social de las empresas

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¿Qué es el compromiso social?

Cuando hablamos de «compromiso social de las empresas» nos estamos refiriendo a la responsabilidad social que desarrollan estas hacia su comunidad y que se convierte en la búsqueda voluntaria del bienestar general por encima del particular.

La meta es concienciarnos todos de que la impasibilidad y el individualismo no nos llevará al objetivo de lograr la implicación de todos en el bienestar y el bien comunes, y en obtener un entorno confortable para todos los pueblos.

El concepto de compromiso social debe estar enmarcado en la estrategia ASG de las empresas, veamos qué son, lo que significan, y sus principios.

Un concepto enmarcado en la estrategia ASG de las empresas

Lo primero, como la terminología y los conceptos son muy cambiantes, nos centraremos en el acrónimo ASG para saber qué es y su significado.

«Criterios ASG», es decir, Ambientales, Sociales y de Gobierno corporativo, son un conjunto de normas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales, donde se incluyen criterios positivos sobre el tipo de proyectos y activos válidos para la inversión (más allá de los propios criterios financieros), así como los criterios negativos sobre qué tipo de proyectos y activos no son válidos para invertir en ellos.

Los criterios ASG llevan otros ligados a ellos como la Responsabilidad Social, la sostenibilidad, la sustentabilidad e, incluso, la economía circular y el valor compartido, siempre con el fin de impactar lo menos posible el medio ambiente.

Avanzando en este punto, ahora detallaremos cada uno de estos tres criterios:

  • Ambientales son los que vinculan la actividad de la empresa con su impacto, tanto directo como indirecto, con el medio ambiente como el consumo de agua y luz, de materiales fungibles (papel), la generación de residuos y la contaminación.

El cumplimiento de estos criterios se valora cada vez más como eficiencia, calidad, transparencia y compromiso de la empresa.

Por citar solo algunos, mencionar las energías renovables, la emisión de gases de efecto invernadero, el agotamiento de recursos, la eficiencia energética o la contaminación química.

  • Sociales se centran en la relación de la empresa con la sociedad, en especial con aquello con quienes la relación es más directa, trabajadores y trabajadoras, proveedores, clientes, accionista o aquellas comunidades locales donde esta genere su actividad.

Los aspectos variaran en función del colectivo al que se dirija, no obstante, el compromiso social mejora siempre la imagen de marca, así como la percepción sobre la empresa, ayudando a la captación de talento y a la fidelización de clientes.

Algunos de estos aspectos son la educación, la salud, los derechos humanos, las prácticas comerciales controvertidas y los derechos de las personas trabajadoras.

  • Gobierno corporativo, estos criterios de buen gobierno afectan tanto a la forma en la que se administra la empresa, como al cumplimiento de normas y reglamentos, externos e internos de la propia entidad.

Este buen gobierno que se centra en la protección de los intereses de los accionistas ya no es así, y no solo afecta a grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas empresas familiares, extendiendo los beneficios de transparencia e independencia en la gestión a una gran parte del ámbito empresarial.

Como ejemplos de ellos podemos citar a los órganos de gobierno, la rendición de cuentas, la transparencia y el lobby.

Los 17 ODS que rigen la actuación de todas las organizaciones

En septiembre de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, donde plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, pero que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

Estos 17 ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) regirán la actuación de todas las organizaciones, ya sean empresas privadas, administraciones públicas, entidades sociales o de cualquier otro tipo.

Esta nueva estrategia dirigirá los proyectos de desarrollo a nivel mundial durante los próximos quince años. Todos los estados se han comprometido a poner en marcha todos los medios precisos para su implementación mediante acuerdos centrados especialmente en las necesidades de los más vulnerables y pobres.

Cada país tiene soberanía plena sobre sus recursos, actividades económica y riqueza y, por ello, las metas nacionales serán fijadas por cada uno de ellos en consonancia con la Agenda.

Compromiso con la comunidad, más allá del compromiso social

El compromiso de las empresas debe ir más allá de una simple respuesta a los contextos de vulnerabilidad social, ya que atañe a cualquier compromiso con el entorno donde operan estas, en aquellas áreas del bien común como la cultura, la investigación científica, la educación, la sanidad, la vulnerabilidad social de los colectivos en exclusión —personas con discapacidad, infancia, adolescencia y juventud, mujeres, familias… etcétera.

Por todo lo anterior, este compromiso social que se ha convertido en una prioridad estratégica para las organizaciones debería denominarse como «compromiso con la comunidad».

El compromiso social: diálogo con los grupos de interés de la organización

Para contar con una planificación correcta de la estrategia de nuestra empresa, debemos tener en cuenta el análisis del entorno externo y, dentro de este análisis, hacer hincapié en la gestión y el compromiso con los grupos de interés (system stakeholders), no olvidando que la organización se mueve en un entorno vivo y cambiante, y no en uno hermético.

El compromiso social de las empresas parte del diálogo con sus grupos de interés, un concepto 100% relacionado con la reputación corporativa y el análisis del impacto que la actividad de negocio de la empresa tiene entre empleados, clientes, proveedores, consumidores, accionistas… y sociedad en general.

La empresa debe ser consciente de ello y en consecuencia disponer de una planificación que contemple a todos los grupos de interés. En la medida que el compromiso social de la empresa vaya alineado con su estrategia de negocio, será más fácil de reconocer por sus grupos de interés y obtendrá más apoyo de estos.

El impacto directo del compromiso social en la reputación de la marca

Si queremos liderar en nuestro sector deberemos competir por obtener la confianza, el respeto y la admiración que generan los comportamientos favorables en tus grupos de interés. Estos intangibles generan valor económico y social a nuestra empresa, al igual que el compromiso social de la misma.

Este compromiso con la comunidad tiene un impacto directo en la percepción que genera en los grupos de interés y la sociedad en general tienen, afectando positivamente a la notoriedad y a la reputación de la marca de empresa. El departamento encargado habitualmente de su gestión es el de Comunicación/RSC.

Herramientas para la medición del compromiso social de una empresa

Este compromiso con la comunidad implica inversión en proyectos y causas de diferentes organizaciones, lo que requiere de una evaluación del impacto social.

Herramientas como LGB, ahora denominada como B4SI, no solo permite simplificar la medición, conociendo qué se puede medir y cómo hacerlo, sino que también nos ayudan a tomar decisiones sobre la estrategia a utilizar en nuestra empresa, así como a conectarnos con empresas a través de una red global.

Estas herramientas proporcionan una base para definir áreas y asignaciones presupuestarias, cuantifican datos y publicarnos en los informes anuales, evaluar la inversión en la comunidad de forma objetiva y recopilar datos de la forma más sólida posible.