Podemos decir que inmersos en la 4ª Revolución Industrial, marcada por la era digital, nos estamos dando cuenta de lo que realmente es importante y nos diferencia de los robots: la «dimensión más humana» de las personas.
Qué significa «humanizar» la empresa
Humanizar la empresa significa utilizar un modelo que sitúa a la persona en el centro, es decir, una mirada diferente de la empresa, es cultivar un ambiente en el que se cuide la salud emocional, social, laboral, física, espiritual, individual, colectiva…
Para lograr esto, nos vamos al siguiente punto, cómo humanizar tu empresa.
Cómo humanizar tu empresa en 10 pasos
Lo primer que debemos entender es que la persona, a diferencia de lo que ocurre con los recursos en las empresas, puede variar o modificar su comportamiento, su conocimiento, y su gestión según su experiencia o aprendizaje. Debemos cómo medir el clima laboral en la empresa para el trabajador y un contacto directo y de calidad con el cliente.
Existe una herramienta capaz de medir el nivel de humanización de las empresas para mejorar su competitividad. Se trata del índice de Humanización de la Organización (IHO) que han puesto en marcha Watch&Act, la Fundación más humano y la Universidad Francisco de Vitoria, y que actúa como revulsivo para impulsar el rendimiento empresarial.
Ahora nos vamos a centrar en los diez pasos para «humanizar» tu empresa:
- Innovación de métodos y lenguaje claro, cercano
- Transparencia mostrando quién hay detrás: el método más directo para mostrar la marca y generar compromiso con la misma es la imagen, ya sea estática o en movimiento (vídeo). Ya no sirve un nombre, foto y cargo. La interacción con el público, con los clientes, deberá ser constante, cercana y sencilla, además de sincera y honesta.
- Credibilidad en los mensajes y en los canales de comunicación. Si el usuario desconfía del mensaje, si sospecha que se oculta algo detrás, no comprará y se irá a la competencia.
- Retribución justa, tanto a colaboradores como a proveedores (negociando de forma ecuánime)
- Retener el talento: manteniendo a las personas que demuestren competencia en su rol y en su comportamiento
- Visibilidad en las redes sociales: lo que no se encuentra no existe, este es el lema para una generación totalmente digital. Debe estar en las plataformas para darse a conocer y para interactuar directamente con sus clientes.
- Contribuir a una cultura empresarial llena de valores para colaboradores y relaciones comerciales.
- Contratos correctos con proveedores, colaboradores y clientes.
- Valorar mucho más a las personas que los recursos, los bienes, las metodologías o las propias estructuras.
- Darle más valor a la ética que a la propia competencia, o a la presión existente por competir.
Beneficios para la empresa
En las personas reside la clave para la creación de ventaja competitiva, por tanto, lo esencial es valorar mucho más a los empleados, clientes, proveedores, colaboradores, comerciales…, es decir, a las personas.
Cuando los equipos de trabajo cuentan con un gran compromiso entre sus miembros, obtienen mejores índices de innovación, ventas y compromiso, y reducen el absentismo o la rotación dentro de la empresa.
Por tanto, ahora que conocemos el significado y cómo humanizar nuestra empresa, veamos los beneficios intrínsecos que ello comporta:
- El carácter humano de la empresa: las empresas no tienen emociones, pero las personas sí. La empresa debe transmitir esa humanidad para conectar a nivel emocional con el usuario.
- La ética empresarial: se impulsa la creación de vínculos que forjan una cultura empresarial unida por valores homólogos
- La relación empresa-cliente: al haber mayor comunicación entre todos, se involucra más al cliente generando un constante diálogo entre ambas partes, un sentimiento de empatía y de pertenencia, de fidelidad a la marca.
- La calidad de las relaciones de trabajo: genera buen ambiente y confianza. Nos gusta formar parte de algo, por ello se potencia el sentimiento de pertenencia, de compromiso.
- La elección de la carrera y progresión: impulsa el talento individual y colectivo, la proyección personal y profesional
- La motivación e implicación de los trabajadores. Los empleados se sienten más estimulados lo que genera mayor productividad
El desarrollo profesional de las personas trabajadoras va ligado a un desarrollo personal, por ello, si la empresa tiene en cuenta necesidades personales o inquietudes como la formación, las experiencias, adecuar la jornada a las necesidades de conciliación, etc., será más fácil construir un camino conjunto en el que tanto la empresa como sus trabajadores y trabajadoras se beneficien.
