El grado de compromiso y la rentabilidad empresarial van ligadas directamente a la vocación profesional que los trabajadores sientan al realizar su labor.
Cuando una persona realiza un trabajo que la estimula, motiva e ilusiona, experimenta una felicidad interior, tiene ganas de ir a trabajar, de crecer profesionalmente: todo esto unido es la vocación profesional.
Pero… ¿por qué la vocación y la productividad van de la mano?
Nexo entre vocación y productividad
En la encuesta realizada por la consultora Intelema hay un dato que destaca sobre manera: solo el 13,5% de las personas elige su trabajo por vocación. Esto significa que la mayoría de las personas, el 86,5%, solo ha elegido su trabajo por un sueldo a final de mes, aunque realmente les gustaría dedicarse a otra cosa.
Esto nos lleva a lo más importante y constatado: si una persona siente ganas de trabajar, está contenta, motivada y se siente reconocida en su labor, produce más y mejor.
La vocación se va definiendo a lo largo de nuestra vida, a veces, en edades muy tempranas se siente una clara inclinación o interés por determinadas actividades; sin embargo, es en la etapa en la que se cursan estudios superiores cuando es importante que la formación y la posterior trayectoria profesional sean acordes con la vocación de la persona.
Tener interés por un determinado área o actividad va a facilitar la adquisición de las competencias necesarias para desarrollarse profesionalmente en este campo.
Es decir, la productividad va ligada a la vocación porque esta última nos impulsa a mejorar y a crecer profesionalmente. Cuando no existe la vocación las personas se convierten en empleados pasivos, tristes, desmotivados, poco autoexigentes, desganados e, incluso, se acaba generando un mal clima laboral en la empresa.
En otras palabras, la motivación genera vocación. Pero ¿qué podemos hacer para motivar a los empleados y así generar esa «vocación»?
Motivar al empleado que no tiene vocación
Para evitar todo lo anteriormente comentado, el objetivo es claro: debemos motivar al empleado que no está motivado, pero que sabe desempeñar correctamente su labor en el trabajo.
¿Cómo lograr esta motivación? Existen medidas conocidas por todos como la flexibilidad en el horario, un buen salario, facilidades para elegir las vacaciones y la conciliación trabajo-familia. Pero también debemos tener en cuenta algo básico y necesario: que las personas empleadas se sientan apreciadas y valoradas en la empresa.
Si el empleado siente que su espacio de trabajo es un lugar seguro y agradable, que no solo sea su medio de vida, sino también una forma de cumplir sus metas personales y de lograr un crecimiento personal y laboral enriquecedor y continuado, entonces se convertirá en un trabajador proactivo, comprometido e identificado con la empresa. Esto, a su vez, generará lo que la empresa necesita: alto rendimiento y productividad, excelente calidad en el trabajo y ganas de mejoría constante, o sea, sentirá «vocación profesional».
La labor de RR. HH.
Por tanto, la labor de recursos humanos es encontrar las vías para que el empleado se motive, se comprometa y se sienta parte de la empresa.
El departamento de recursos humanos deberá medir el rendimiento de los empleados, su desempeño, su satisfacción laboral y, por tanto, también la productividad.
Desde luego, viendo los resultados de las mediciones, hay técnicas que el departamento puede poner en marcha, por ejemplo:
- el reconocimiento (premiando los logros, facilitando la promoción interna…)
- la ubicación ideal (encontrar esa tarea o puesto que encaja a la perfección con el perfil del trabajador)
- asignar responsabilidades: el empleado debe conocer perfectamente cuáles son sus responsabilidades, así como su función y objetivos.
- impulsar la participación: a través de reuniones, talleres, dinámicas grupales…, todo es necesario para que los empleados formen parte de la toma de decisiones de la empresa, no en vano es donde más expectativas deposita el trabajador, en su empleo, generando así confianza, respeto, sentimiento de valía y compromiso.
Todo lo anterior, redundará en lo más perseguido y valorado en la empresa: productividad, calidad y resultados (rentabilidad).
Pero a todo esto se llegará a través de la vocación profesional, por tanto, veamos cómo promover la misma en nuestros empleados.
Cómo promover la vocación profesional de tus empleados y empleadas
Incluso en tiempos de incertidumbre, la empresa y sus líderes no deben ignorar o quitar importancia al desarrollo personal de los empleados porque, de hacerlo, corren el riesgo de su desmotivación y, lo más importante, que sientan que su talento no se reconoce, lo que llevará a una productividad inferior e, incluso, a largo plazo, a su pérdida en manos de la competencia.
De nuevo, percibimos cómo es primordial el promover e impulsar la vocación de los trabajadores. Por ejemplo, mediante la realización de actividades de voluntariado se pueden descubrir determinadas vocaciones que nos llenen a nivel personas y que además podamos desarrollar de forma profesional.
Otra opción es contar en una primera etapa profesional en la empresa con un periodo de prácticas dado que así se puede conocer con detalle el trabajo diario y las responsabilidades de un determinado puesto.
En ocasiones no se tiene clara una determinada vocación para desarrollarla profesionalmente, o las actividades o materias por las que se tiene interés no consideramos que se puedan desarrollar a nivel profesional; es en estos casos cuando será necesario buscar la oportunidad laboral en aquellos puestos que desarrollen las competencias similares a las inquietudes que presenta la persona.
Veamos ahora cómo podemos insuflar dicha vocación.
Cómo aumentar el engagement o compromiso
Una vez analizados los resultados y cuáles son las necesidades, se puede recurrir a técnicas como:
- Facilitar planes de carrera e impulsar así el crecimiento personal y laboral dentro de la propia empresa para que alcancen puestos de mayor responsabilidad
- Reconocer el trabajo bien hecho: esencial contar con el plan de incentivos en la empresa y así premiar los logros de los empleados.
- Generar feedback continuo: esta comunicación entre los líderes o responsables y los empleados, retroalimentación, permitirá conocer sus impedimentos o preocupaciones, y se podrá actuar de inmediato.
- Incentivar e impulsar la participación, de esta forma se involucra a los trabajadores para que aporten sus ideas, participen en grupos y dinámicas, y se sientan más involucrados
Para aumentar el compromiso es importante que las personas trabajadoras conozcan el funcionamiento de la empresa, la coordinación entre los distintos departamentos y lo que aporta cada uno de ellos. De esta forma, cada profesional podrá enriquecer su puesto de trabajo y también tener la oportunidad de aspirar a otros puestos para los que deberá esforzarse y demostrar el valor que es capaz de aportar.
En resumen, es imprescindible medir la satisfacción laboral de nuestros empleados y, con los resultados, actuar en lo más importante para la empresa: lograr equipos con vocación profesional, productivos, que trabajen con motivación y compromiso, impulsando la calidad, productividad y rentabilidad de su empresa.
