India es un país que desprende una energía prácticamente hechizante. Después de más de 5 meses aquí sigo en un estado permanente de aprendizaje, este ejercicio conlleva adaptar mis costumbres y aportar aquello que puede ser significativo en este contexto.
Uno de los ejes centrales del proyecto internacional de la Fundación DKV Integralia es que está capitaneado y gestionado por profesionales con discapacidad que trabajan para fomentar la integración laboral de este colectivo en países donde existen barreras muy significativas.
Nuestra propia experiencia y conocimiento adquirido como personas con discapacidad nos permite acercarnos en mayor grado a las necesidades, las creencias y los problemas de nuestro alumnado.
La idea de romper barreras ha sido y es altamente frecuente en España, no obstante, como cualquier otro aspecto social, sin un trabajo recurrente y constante sería fácil retroceder en este tipo de acuerdos sociales que parecen unánimes.
Los voluntarios de la Fundación Vicente Ferrer no sólo son personas admirables por el trabajo que realizan aquí, lo son también por las emociones que despiertan cada día, por los abrazos que tienden en los momentos de debilidad y por defender una escala de valores que a todos nos hace falta.
Ellos mismos me pidieron que organizara una actividad para que les enseñara a referirse correctamente cuando hablan de discapacidad. Aceptado el reto, organicé el taller “Reflexiones y referencias sobre discapacidad”.
En dicho taller analizamos sobre como el uso de las palabras y la forma de conceptualizar el fenómeno de la discapacidad se relaciona con el papel que da la sociedad a este colectivo, buscamos también fórmulas para referirse y dirigirse a las personas con discapacidad, y ahondamos en la importancia de desdramatizar este fenómeno y aceptarlo como un hecho natural.
Muchas gracias a todos los asistentes a esta actividad, fue un auténtico placer compartir vuestros conocimientos e inquietudes.
¡Pronto la repetiremos para los nuevos voluntarios!