Querido Pablo…..
En la despedida nos vienen a la memoria tantos momentos vividos durante estos casi 20 años de compromiso profesional y personal con la Fundación Integralia DKV.
Pablo nos acompañó en cada paso que dimos en la Fundación desde el momento de nuestra constitución, cuando se incorporó al Patronato como Secretario General.
Como solo sabía hacer las cosas con el corazón, desde los inicios asumió esta responsabilidad poniendo todo su conocimiento y experiencia jurídica de tantos años a disposición de los intereses de la Fundación.
Pero además llenó de cariño a las personas que trabajamos en la Fundación, siempre que pudo nos acompañó en cualquier evento y representaba a Integralia con gran orgullo. Pero sobre todo era destacable su gran cariño por los compañeros a todos saludaba personalmente sí le era posible cuando visitaba alguno de los centros y prestaba su ayuda y su consejo.
También estuvo muy presente en los proyectos de Cooperación visitando en varias ocasiones nuestra misión en Perú, para darle impulso y contribuir a nuestro posicionamiento allí, donde se ganó el cariño de todos aquellos que le conocieron. Gracias a ese compromiso Pablo impulsó una de las alianzas más importantes de nuestro programa en Perú, con IBT Group en cuyos hospitales se han generado ya casi 70 puestos de trabajo para personas con discapacidad en una de las zonas más pobres de Lima.
Pablo era una persona muy culta, comprometida, y un reputado profesional pero sobre todo era una persona esencialmente buena y generosa que nunca pedía nada a cambio, a la vez tenía un inteligente sentido del humor y una gran sencillez y esa ilusión que permite a algunos disfrutar de la vida intensamente.
Durante todos estos años no solo ha cuidado de la Fundación en los aspectos jurídicos con celo sino que nos ha apoyado siempre impulsando nuestro crecimiento a través de sus contactos con empresas y profesionales que favorecieran la sostenibilidad de la Fundación y la creación de nuevas oportunidades de empleo para las personas con discapacidad como misión de la Fundación de la cuál era firme defensor.
Solo tenemos buenos recuerdos de D. Pablo Marín como nos gustaba llamarlo cariñosamente en la Fundación, y un profundo agradecimiento.
Te vamos a echar mucho de menos y te recordaremos siempre con cariño por qué has dejado huella inborrable en Integralia
Estamos seguros que desde donde estés nos seguirás protegiendo y ayudando siempre.
Te queremos Don Pablo.
Cristina González Hipólito
Directora de la Fundación Integralia