En el 17,9% de los hogares españoles vive una persona con una discapacidad. Son 4,38 millones las personas que poseen alguna discapacidad en nuestro país. De ellas, el 58,6% son mujeres. Las mujeres presentan una tasa de discapacidad por 1.000 habitantes del 112,1 mientras que la de los hombres es del 81,2. Las familias que viven en hogares con algún miembro con discapacidad presentan menores niveles de renta y una mayor incidencia en la pobreza que el resto de la población. La pobreza y la marginación se acentúan cuando se combina género con la discapacidad. Muchas mujeres se enfrentan todavía a múltiples barreras para hacer valer sus derechos al encontrarse con problemas como la falta de recursos, el acceso inadecuado a los servicios más básicos y por tanto la discriminación, el estereotipo y el estigma social.

La Agenda 2030 proporciona la obligación moral y la oportunidad de trabajar hacia la consecución del bienestar e igualdad de mujeres y niñas, haciendo que los derechos de las mujeres con discapacidad se conviertan en una prioridad. Para ello hay que luchar, hoy más que nunca, por los distintos objetivos: ODS5: lograr la igualdad entre géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas; ODS1 poner fin a la pobreza en todas sus formas en el mundo; ODS3: Garantizar una vida sana y promover el bien restar de todos a todas las edades, para que mujeres y niñas con discapacidad puedan tener una vida en igualdad de oportunidades.  

En la Fundación Integralia llevamos 23 años rompiendo la brecha de género con una directiva al mando desde el año 2.000 y un 64% de mujeres en plantilla.