Hoy es el Día Internacional de la Hipertensión, uno de los principales factores de riesgo a la hora de sufrir, por ejemplo, un accidente cerebrovascular. Alejandro Vallejos, compañero de la Fundación Integralia DKV, nos relata el testimonio de una persona que ha sabido adaptarse a las secuelas en su movilidad por la aparición de un ictus a los 24 años.
Salir del gimnasio y no poder controlar tu esfínter. Escuchar un trueno en tu cabeza que deja tras de sí un goteo de agua hirviendo. Sentir que está envuelta en llamas y, aun así, mirar a los ojos de tu novia y pensar “Alejandro, míralos bien porque esta será la última vez que los veas”. Vomitar en el coche que te está llevando de camino al hospital. Llegar a la sala de urgencias y ver una silla de ruedas. Verte a ti, o a alguien que se parece a ti pero que no eres tú, sentarse en ella. Después desaparecer en la inmensa oscuridad del coma inducido.
21 días. Dicen que ese es el tiempo que nuestro cerebro tarda en crear un hábito. 21 días fue el tiempo que el cuerpo de Alejandro, con tan solo 24 años, necesitó para despertarse. Perdió casi toda su masa muscular y adelgazó casi 10 kilos. “Cuando me desperté comencé a insultar a todo el mundo. No sabía lo que me pasaba”, dice ahora, casi 10 años después de salir de aquel gimnasio, cuando una rotura de un vaso sanguíneo redujo el flujo de sangre que llegaba a su cerebro: una patología también conocida como ictus. Lo que es lo mismo, .
Hoy no es el Día Mundial del Ictus pero es el Día Mundial de la Hipertensión, que está considerada como uno de los principales factores de riesgo en la aparición de un accidente cerebrovascular que desemboca en una discapacidad. De hecho el ictus es la principal causa de discapacidad sobrevenida. Por lo tanto, reduciendo la hipertensión reducimos exponencialmente el riesgo de que, de un día para otro, nuestras vidas cambien de manera irremediable.
La hipertensión (HTA), uno de los principales factores de riesgo en los accidentes cerebrovasculares
Precisamente, antes de aquel día, Alejandro estudiaba un ciclo formativo de instalaciones domóticas mientras trabajaba en un supermercado de un camping. Adiós trabajo. Adiós estudios. El objetivo entonces era distinto. El ictus le provocó una hemiplejía en el lado izquierdo de su cuerpo. “Hasta pasado un mes no llegué a recuperar mi movilidad. Cuando por fin pude ponerme de pie y dar mis primeros pasos lloré de alegría. Sé que suena a tópico, pero no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos”. Alejandro pudo reenfocar su carrera profesional en la Fundación Integralia DKV. Trabaja en el centro de Sant Just Desvern desde el año 2019. Aún tiene secuelas de movilidad, pero se considera “agradecido”.
El motivo de su ictus no fue por la hipertensión. A raíz del suceso, pudieron descubrir que tenía una malformación arteriovenosa cerebral (MAV). No obstante, según la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), la hipertensión es el motivo principal del 70% de ellos. Además, según la Sociedad Española de Cardiología, la prevalencia de la hipertensión en España es del 42,6%, lo que equivaldría a casi 16,5 millones de personas.
¿Se puede prevenir la hipertensión?
A continuación, podéis leer algunos consejos para mantener a raya la hipertensión y, con ello, reducir las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.
· Dieta saludable: Es aconsejable limitar la cantidad de sodio (sal) que ingerimos y aumentar la cantidad de potasio. También es importante comer alimentos que sean bajos en grasa, así como muchas frutas, verduras y granos enteros.
· Hacer ejercicio regularmente: La actividad física ayuda a disminuir la presión arterial. Los expertos recomiendan por lo menos dos horas y media de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana, o ejercicio aeróbico de alta intensidad durante una hora y 15 minutos por semana.
· Tener un peso saludable: Tener sobrepeso u obesidad aumenta el riesgo de hipertensión arterial. Mantener un peso saludable ayuda a controlar la presión arterial alta y reducir el riesgo de otros problemas de salud.
· Limitar el alcohol: Beber alcohol aumenta la presión arterial. Se recomiendo no ingerir nada o, en todo caso, hacerlo con moderación.
· No fumar: Fumar eleva la presión arterial. ¿Te hemos dicho ya que hoy es un buen día para dejar de fumar?
· Controlar el estrés: Controlar nuestro estrés puede mejorar nuestra salud emocional y física y disminuir la presión arterial. Te dejamos por aquí este seminario web del feliciólogo Ángel Rielo. ¡Seguro que te ayuda!
Controlar nuestra presión arterial
En muchas ocasiones, especialmente en sus primeras etapas, la hipertensión no muestra ningún síntoma asociado. Aunque no tengamos ningún indicio de ello, es importante medir nuestra presión arterial de manera frecuente. En caso de que la presión arterial sea superior o igual a 140/90 mmHg debemos contactar con un médico. Detectarlo a tiempo puede reducir el riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal, entre otros problemas de salud.